Los cambios en Salud pusieron en alerta a los jefes sindicales

La salida de Ginés González García del gobierno por el escándalo del “Vacunatorio VIP” y las crecientes dudas sobre la continuidad en su cargo de Eugenio Zanarini, el titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, puso en alerta a varios jefes sindicales, de fluido vínculo con ambos dirigentes y quienes temen que desde un sector del kirchnerismo vuelvan a la carga con el proyecto para “unificar” el sistema de salud del país.

La bomba que activó la revelación periodística sobre el funcionamiento de un sistema paralelo al cronograma oficial de aplicación contra la Sputnik V, en la propia sede ministerial de Moreno y 9 de Julio y en el Hospital Posadas de Haedo, alteró los ánimos de los referentes de las distintas centrales sindicales. La mayoría consideraba a Ginés “un amigo” de muchos años y destacan el vínculo construido con la actual administración a la que igualmente le venían reclamando una millonaria deuda de recursos de las obras sociales.

Con Zanarini, casualmente, venían manteniendo reuniones periódicas para regularizar la devolución de fondos y acordar compensaciones por los medicamentos de alta complejidad y respecto al denominado “gasto covid”.

También para atenuar sus preocupaciones luego que Cristina Kirchner adelantara a fin de año pasado la necesidad de unificar los subsistemas de salud existentes en el país, esto es, el público, el privado y el de la seguridad social. “Integrar no es unificar”, aclaraban desde la Superintendencia tratando de calmar los ánimos.

Lo cierto es que tras la salida de González García se le hace difícil aguantar “la piña” a Zanarini, de estrecho vínculo con el sanitarista que debutó en la cartera de salud durante la presidencia de Eduardo Duhalde. Según pudo averiguar Mundo Gremial, mañana el funcionario definiría si presenta la renuncia a su cargo tras la asunción de Carla Vizzotti, quien se encuentra definiendo la nueva estructura del ministerio.

Un jefe sindical consultado, en tanto, se mostró sorprendido por las repercusiones políticas y mediáticas del escándalo. “Ginés es un excelente sanitarista y un amigo. Y a los amigos hay que bancarlos aunque se equivoquen. Tiene una gran trayectoria después cada uno juzgara las actitudes que pudo tomar”, explicó, aún dolido por la actual coyuntura.

Para el gremialista se aprovecha el conflicto suscitado por la vacunación VIP, para “remover conflictos, ya empezaron las denuncias judiciales de las dirigentes de siempre (por Graciela Ocaña) y todo tiene un tinte político. Hay una lucha de poder y desde la oposición profundizan la grieta en lugar de centralizar la atención en los problemas de la gente”.

Hasta ahora el único jefe sindical que admitió haberse vacunado fue Hugo Moyano, al argumentar haberse visto favorecido por ser también el “titular de la obra social camionera” que lo asemejaba a un trabajador de la salud. Pero, por lo bajo, trasciende que otros referentes gremiales, por edad o factores de comorbilidad, accedieron a la inmunización contra el covid. “Algunos sí tenían servicios propios (obras sociales) y otros con algún intendente amigo”, contó una fuente consultada.