ANÁLISIS Y OPINIÓN
Pasillo gremial: El paso a la clandestinidad del Subcomandante Pablo
Por Nicolás Giménez
Después de la salida del Subcomandante Paco, es Pablo quien pasó a la clandestinidad. No se sabe con qué fierros, pero las condiciones materiales lo superaron.
Por los trascendidos, renunció solito a la CGT y apagó el teléfono. No habló con nadie. Quienes llegaron con él a Azopardo se llamaron, se preguntaron por WhatsApp: «¿qué hacemos? ¿nos vamos? Nos quedamos«. «A ver que dice Hugo…». Muchos moyanistas coinciden con la CGT, no hay consenso en la gente para parar, si no mira cómo salieron perdiendo los aeronáuticos.
Y así pasó solo a la clandestinidad. La pregunta es qué se va a llevar o si es una jugada a dos bandas como hace SMATA. Hugo por CGT y Pablo por la mano más combativa. ¿Será?
En Trabajo ya están pensando en sumar a Carlos Tomada y a Víctor Hugo Guida. La danza de nombres no para. Si pasás por Alem, te proponen la Subse; si pasás por Callao, te invitan a salir.
El que está saliendo es Luis, ya van dos apariciones públicas, y las dudas se disipan. Pero algunos siguen con dudas. El año que viene hay elecciones en UTHGRA. Y Luis ya piensa cómo va a ser sucesión. Hay que ver si pasa la foto, pero él la sabe llevar. Muchos pueden dormirse en el camino.
Volviendo al tema de la Clandestinidad lo llamativo es que El Botero Juan Carlos, que ya quedó al frente de la CATT, no emitió un solo comunicado con el nuevo pliego de la Hidrovía. El capítulo de la serie dicen que la llaman “El último manotazo”.