La Unión Industrial de Argentina (UIA), la mayor entidad empresarial del país, alertó este martes de la «competencia desleal» que sufren las empresas locales ante el mayor ingreso de bienes importados tras la bajada de aranceles a la importación dispuesta por el Gobierno de Javier Milei.
En un comunicado, la UIA expresó su «preocupación por la competencia desleal frente a la importación de bienes terminados y la pérdida de empleos en el sector».
Los empresarios advirtieron del «impacto negativo» que tendrá en la industria argentina la reducción de aranceles a la importación de bienes finales dispuesta por el Gobierno de Javier Milei el pasado 10 de octubre, con el supuesto objetivo de estimular la competencia para bajar la inflación.
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«La reducción de aranceles (a contramano de lo que está haciendo el mundo y la región), sin que se haya resuelto la falta de competitividad y los costos asociados deteriora aún más la capacidad de la producción argentina frente a la competencia desleal», afirmó la UIA.
La entidad dijo además que la eliminación de los valores de referencia para la importación anunciada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) dejará sin efecto un «instrumento clave para enfrentar la evasión fiscal, la subfacturación en las operaciones de importación y las prácticas de dumping» (competencia desleal).
«De esta manera, se profundiza la competencia desleal que afecta a empresas argentinas que generan empleo, invierten para mejorar su productividad con tecnología e innovación aplicada y tributan en el país», señala el comunicado.
La UIA también manifestó su «preocupación» por la pérdida de puestos laborales en el sector industrial, que acumula desde agosto de 2023 una caída de 33.617 puestos asalariados.
La industria argentina acumuló en los primeros ocho meses del año un hundimiento del 13,6 %. Con una caída generalizada en la actividad económica y fuerte pérdida del poder de compra de hogares y empresas en el contexto del severo ajuste fiscal emprendido en diciembre pasado por el Gobierno de Milei, la industria ha sentido el golpe de una demanda aplastada, costes crecientes y problemas para acceder al crédito, entre otras dificultades.