Lo echaron por su actividad gremial, logró ser reincorporado tras 10 años de lucha y la empresa se niega a cumplir el fallo judicial

Juan Paunero trabajaba en la fábrica de embragues de competición Barpran de La Matanza y era delegado gremial por la UOM en representación de sus compañeros de trabajo. Fue echado de la empresa después de una férrea pelea por despidos injustificados y denunciar irregularidades por parte de la patronal, a pasar de contar con fueros sindicales.

Tras 10 años de lucha, el trabajador logró un histórico fallo a través del Tribunal Laboral 5 de La Matanza, a cargo de la jueza Andrea Spraggon Perciavalle, que hizo lugar al reclamo de reinstalación reconociendo los fundamentos presentados.

Con fallo en mano, Paunero, que hoy forma parte del Consejo Directivo de la CGT Regional La Matanza, se acercó hace días a la fábrica Barpran para reincorporarse a su puesto de trabajo pero le denegaron la entrada al establecimiento, desoyendo la decisión de la Justicia en un nuevo acto de actittud antisindical.

«Obviamente la soberbia de Omar Barrera (NdlR: director de la firma), no permite que yo retorne a mi puesto de trabajo, permaneciendo en una postura antisindical, y antiobrera», lamentó Paunero en redes sociales tras transmitir en vivo su intento de reinstalación a la reconocida fábrica de embrague del automotor.

El trabajador arribó a la empresa en Ramos Mejía acompañado de un escribano público y testigos, junto a integrantes de consejo directivo de la CGT La Matanza y de la Juventud Sindical, y tras no haber lograr ingresar a la empresa, anticipó gestiones con la intendencia, con la conducción de la UOM y dirigentes gremiales nacionales para concretar su reincorporación a Barpran.