Que pidió Barrionuevo

El sector conducido por el gastronómico elevó como condición para integrar la Central que le den 3 de los 5 miembros del comité arbitral de encuadramiento.

Este comité es la vía administrativa que hay que agotar para poder dirimir un conflicto de encuadramiento que disputen 2 o más organizaciones. Agotada esta vía, se pasa al Ministerio de Trabajo y posteriormente se apela en sede Judicial.

Visto escuetamente este circuito y atento los conflictos que se suscitan sea por cómo evolucionan las relaciones laborales, por el crecimiento de las organizaciones, sea por un montos de variables, este comité sería un ámbito central en seno de la CGT. Pero la realidad indica que no, el comité no funciona hace tiempo, no emite dictamen y los planteos son encajonados.

Lo extraño que analizada la situación, en la reunión de la mesa de CGT el pasado lunes se negaron a ceder ese espacio a Barrionuevo. ¿Porque se le negó algo que no funciona?  algo que no tiene valor y que permitiría una fusión indispensable al proceso afrontan.

No todas las cartas son claras en la CGT de Moyano, y muchos juegan a dos puntas. Una teoría sería que en ese juego muchas veces es preferible jugar a romper, es algo que puede estar pasando. Pero otra sería algún dato clave con el que juega Luis Barrionuevo, sabiendo de antemano que la respuesta era un no.

Se acerca una fecha importante, en la cual ambos sectores dicen que hay unidad de acción, pero estos pasos van generando rispideces, hay que ver cuánto duran.