Tensión interna en CGT por el funcionamiento del triunvirato

Unidad hasta duela es el lema más mentado ante cada proceso de unificación político o gremial. Y en la CGT no fue la excepción. Todos los sectores del movimiento obrero confederado coincidieron en la necesidad de unidad bajo el ala de una nueva CGT, una renovada central sindical que represente a la mayor cantidad de trabajadores ante la embestida de un sector político que pujaba por reformas estructurales consideradas por el sindicalismo como negativas para el pueblo trabajador.

Surgida de esas necesidad, los mosaicos gremiales consagraron a la nueva conducción en noviembre de 2021, con la designación del ya conocido triunvirato Héctor Daer (Gordos e independientes), Pablo Moyano (Fresimona y SEMUN) y Carlos Acuña (barrionuevismo).

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Con la unidad concretada, y tras un acuerdo de pacificación, ahora comenzaron a fluir las diferencias. En ese marco, ayer se concretó una reunión ampliada con participación del sector de los Gordos y el barrionuevismo para evaluar los primeros meses de gestión ante cierto enojo por movimientos, podría decirse, descoordinados de la conducción.

Mundo Gremial indagó y detectó malestar por el funcionamiento del sector liderado por Pablo Moyano, muy activo en las últimas semanas con la generación de una agenda propia, con matices de una CGT paralela.

Además, según supo este medio, generó críticas la ausencia del camionero el último martes en la Cámara de Diputados para exponer sobre el acuerdo del gobierno con el FMI, a pesar de haber comunicado hasta último su intención de estar presente. A la reunión, por CGT, sólo asistieron Daer y Acuña.

Las diferencias en el triunvirato quedaron marcadas en torno a la participación del moyanismo en la marcha del 1F contra la Corte Suprema, cuando Moyano reunió a su tropa en el Salón Felipe Vallese sin respaldo del resto de la conducción.

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También en los encuentros que el camionero mantuvo con Hebe de Bonafini y Luis Delia, entre otros, alejados de la agenda de Daer y Acuña.

Así las cosas, el funcionamiento interno del triunvirato comienza a generar ruidos y disputas internas con algunos sectores dispuestos a levantar la voz y solicitar un reacomodamiento en la conducción. La unidad, duele.