Primer paro nacional al kirchnerismo

Tuvieron que pasar casi ocho años de gobierno kichnerista para que el movimiento obrero la hiciera un paro general de actividades al gobierno del matrimonio Kichner-Fernández.

Mucho tiempo, demasiado tiempo tardó el sindicalismo argentino en “darse cuenta” de la parodia peronista que encarnó este gobierno durante ocho años.

No faltará quienes digan que una cosa fue Néstor y otra Cristina, pero eso es un argumento para justificar posiciones pasadas que hoy no se sostienen. El largo gobierno de los KK ha sido un remedo de peronismo. Esto es, una mala copia.

Pero esta parodia política logró algo de lo que no se habla: cambió toda la dirigencia política del peronismo. Así hoy, los que se auto designan verdaderos peronistas están afuera de PJ y de todos los cargos rentados por el Estado.

El kirchnerismo creó una nueva oligarquía política, con todas las ventajas y beneficios económicos que ello implica.

Pero además para justificar este “desmán político”, esta hybris politológica, creó y exaltó sus propios ideólogos. Así el día anterior al paro en el recinto oligárquico del Palais de Glace, en el corazón de la Recoleta, entregó el premio nacional de filosofía a un buen y reconocido filósofo, de ideología socialdemócrata-nunca peronista, para que como paraguas protector justifique el segundo premio que se le dio a Ricardo Forster, que en filosofía es un cero a la izquierda. Nadie que haga medianamente filosofía en Argentina lo reconoce como tal. Y como para darle un poco de aire se lo convocó a Pepe Feinmann, el filósofo oficial de los KK, para que lo entregara.

Mientras tanto, el secretario de cultura, pedante y mandón, como todo gringo enriquecido con la política sostuvo la genialidad: “somos el gobierno de todos los que tuvo la Argentina que más hizo por la cultura, pues hemos creado la mayor cantidad de metros cuadrados dedicados a ella”. Sin decir nada sobre el contenido, que es lo que le da “el sentido de ser” al concepto de cultura. Una estulticia más de la cientos que se afirman desde el poder a diario.

Pasó el paro general y el gobierno no va a reconocer nada, como es habitual en él, pues está sentado en la soberbia de un poder casi absoluto.

El movimiento obrero, entonces, se va a ver obligado a profundizar la protesta a través de los distintos mecanismos con que cuenta: movilizaciones espontáneas, huelgas parciales, quita de colaboración, planes de lucha, hasta llegar a la huelga general revolucionaria, que es el último instrumento con que cuenta ante los gobiernos despóticos.

Lo que no podemos saber es si nuestros dirigentes están en condiciones de llevar adelante algunas de estas medidas. Pues una cosa es hablar de los planes de lucha y otra, muy distinta y difícil, acertar con el plan y llevarlo a cabo.

Hoy no hay dirigente sindical que no se haya “dado cuenta” del doble discurso de los KK: dicen una cosa y hacen otra. Así, hablan en contra de los grupos monopólicos y en los hechos favorecen a estos grupos. Hablan de los derechos del trabajador y en la práctica conculcan dichos derechos. Hablan de la pobreza y producen pobres.

Esta nueva oligarquía partidaria que se ha apoderado del peronismo ha creado en Cristina la mujer más rica hoy, en dinero de la Argentina: fui una abogada próspera, respondió en Harvard sin que se le moviera un pelo.

Hay que saber también que detrás del largo gobierno de los KK estuvo siempre y están: los poderes indirectos que no tienen su sede en nuestro país. A buen entendedor pocas palabras.