ANÁLISIS Y OPINIÓN
Efectos de la pandemia: también cayó fuerte el empleo en negro
Por Emiliano Russo, columnista de Mundo Gremial.
La crisis laboral desatada por el poco más de un año que llevamos de pandemia en Argentina aún está lejos de resolverse. Pero hay datos que llaman la atención: el empleo no registrado cayó más que el formal, según datos oficiales, con fuerte incidencia en rubros como gastronomía o la educación.
La cuarentena prolongada que el gobierno dispuso el año pasado para enfrentar la emergencia sanitaria del coronavirus alteró la dinámica laboral de muchas familias y, en paralelo, aumentó los índices de pobreza. El último dato relevado por el Indec, correspondiente al cuarto trimestre de 2020, cuando las duras restricciones habían comenzado a flexibilizarse, estimó que en el país se contaban 4.486.067 asalariados no registrados, lo que significa un 30,2% del total de los trabajadores. Si se lo compara con el mismo período de 2019, hubo una caída: es que la cantidad de asalariados no registrados era de 5.118.943, lo que representaba el 32,5% del total.
Para Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, estos datos exponen que “en un año la tasa de asalariados no registrados se redujo, pero obviamente ello no se debió a que hubiera un proceso de registración laboral, sino a que la cantidad de asalariados no registrados cayó mucho más que la de registrados”. Es decir, muchos ciudadanos dejaron de buscar trabajo o de conseguir changas o “rebusques” por el parate de la actividad.
Al poner blanco sobre negro en este complejo escenario, Campos indicó que “en un año 632.876 asalariados no registrados perdieron su puesto de trabajo (una caída del 12,4%), mientras que ´sólo´ 276.110 asalariados registrados del sector privado perdieron su empleo (una caída del 3,9%)”.
Los rubros más afectados por la caída del empleo en negro fueron hoteles y restaurantes (-36,7%) y enseñanza privada (-30,7%).
Los números del organismo estadístico difieren con los que arrojó, con otras categorías, un estudio del Observatorio de la UCA titulado “Efectos de la pandemia Covid-19 sobre la dinámica del trabajo en la Argentina urbana”. Aunque el dato más sonoro del estudio fue la estimación de una desocupación real del 28,5% en 2020, también hizo foco en el impacto de las restricciones en el empleo en negro.
Los trabajadores que se desempeñan en la denominada “microinformalidad” alcanzaron al 51,1% del total y por primera vez fueron la mayoría del mercado laboral. Los empleados públicos representaron el 15,2% y quienes se desenvolvieron en el sector privado formal el 33,7%. Además de ser la mayoría, el ingreso de los trabajadores informales fue un 35,4% menor al promedio general.
El muestreo concluyó, asimismo, que sólo el 43,7% de la PEA (Población Económicamente Activa) accedió a un empleo “de plenos derechos”, esto eso, el 13,9% era abiertamente desocupado, el 14,5% subocupado inestable y el 27,9% con un empleo regular pero precario.