Trabajadores denuncian a la empresa Ecotrans por despidos y precarización laboral

Los trabajadores se instalaron hace casi un mesen dos las carpas ubicadas en medio  de la sede que la línea de colectivos Ecotrans tiene en Morón, sobre la avenida Rivadavia 17.415, entre las decenas de colectivos que, diariamente, deberían salir.

Los empleados vienen reclamando mejoras en sus condiciones laborales y en el mantenimiento de las unidades además de exigir la reincorporación de dos compañeros que fueron despedidos a fines de abril y la estabilidad laboral para otros 35 que podrían perder sus puestos por haber realizado un paro en solidaridad con sus compañeros.

Ronald Armaza, uno de los representantes de los trabajadores afirmó que “en abril, empezaron los problemas con la liquidación de sueldos y, el 28 de ese mes, despidieron a dos choferes. A los días, decidimos empezar una medida de fuerza, pero la empresa manifestó que tenía 40 telegramas de despedido más porque consideraba que ese paro era arbitrario”.

Días después, el Ministerio de Trabajo nacional dictó la conciliación obligatoria, pero los empleados alegaron: “La situación se está estirando para desgastarnos”. En tanto, los dos choferes despedidos, que pertenecían a las líneas 635 y a la 317, continúan en la misma situación. “Están viviendo en las carpas, lejos de sus familias, y la están pasando mal”, completó Armaza.

“Trabajamos como podemos. Todos los días, nos quedan entre diez y doce unidades tiradas en la calle; el mantenimiento no existe, faltan repuestos. En la época de Transporte del Oeste, teníamos 350 colectivos y, hoy, nos quedan 270, a pesar de que el flujo de gente que viene de las barriadas del Oeste aumentó”, analizó Armaza.

El conflicto con la empresa -administrada por el grupo Cirigliano, el mismo holding que estaba a cargo de la concesión de la línea Sarmiento a la que pertenece el tren que, el 22 de febrero, colisionó en la estación Once y ocasionó la muerte de 51 personas- comenzó hace ocho años, pero se fue agravando con el paso del tiempo.

En ese sentido, el año pasado, denunciaron que gran parte de los choferes está en negro, por lo que están presionados para cumplir con los recorridos y se les exige que trabajen horas de más. Por eso, continúan reclamando el pase a planta permanente de los trabajadores precarizados y la compra de más unidades.

Paradójicamente, estas unidades, que según los empleados no están en las condiciones adecuadas, son las que se están empleando para paliar las demoras que se generan por la circulación de menos trenes a partir del accidente de Once.

Los informes y las pruebas que dan cuenta de la falta de inversión en la línea fueron elevados al Ministerio de Trabajo, a la Secretaría de Transporte y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), aunque nunca hubo respuestas. Durante el último año, tres unidades terminaron incendiadas y tres colisionaron.