El sector logró recuperar miles de trabajadores que a partir de 2017 habían sido desplazados y desempleados.
Según el Centro de Estudios de la UIA la actividad industrial cayó 6,3% durante el año pasado. Solo tres ramas de producción tuvieron saldo positivo.
La actividad alcanzó una retracción del 17,8% en la medida interanual de agosto, según alertó CAME.
La fuerte retracción se debe a la fuerte parálisis por el coronavirus que ya lleva más de dos meses. Crece la incertidumbre en el sector.
En febrero, la actividad se había contraído 0,8% frente al mismo mes de 2019, con lo cual la diferencia respecto de marzo es contundente.
Algunas ramas de la actividad llevan hasta 19 meses de caída ininterrumpida y son escasos los sectores que han mostrado un leve repunte.
Las mediciones del último año (interanual) reflejan una pérdida de 3.400 puestos de trabajo y el cierre de al menos 200 empresas.
Se registró una caída interanual del 7,2% mientras que el acumulado de la actividad industrial manufacturera alcanzó un acumulado del 7,5%.
Si bien en julio había mostrado una leve recuperación del 0,3% desestacionalizada, la actividad del sector volvió a caer y parece no tener piso.
La actividad acumula una caída del 8,6% en los primeros cinco meses del año. El sector automotriz es el más afectado seguido del textil.