Se esperan inminentes cambios en el Mínimo No Imponible

El Mínimo No Imponible (MNI) se fijó por decreto en agosto del año pasado en $15.000 mensuales; pero desde principios de 2014 es el reclamo de todas las centrales obreras, sin distinción de posicionamientos, es su modificación. La última modificación del mínimo no imponible  benefició a los trabajadores y jubilados que no percibieran un salario bruto de más de $15.000.

Con aquella variación 1.298.383 empleados en relación de dependencia y 98.985 jubilados dejaron de tributar. Hoy ante la AFIP permanecen tributando 955.527 empleados (10,2% de los registrados) y 39.641 jubilados (el 0,7%) abonando ese impuesto desde sus salarios.

Según algunos pedidos el MNI se precisa en que los salarios de hasta $19.000 queden libre del “impuesto al sueldo”, lo que amerita un incremento del 32% para el monto actual.

“Se están acordando paritarias con un aumento promedio del 30%, sin elevar el mínimo esa mejora se diluye”, recalcó el titular de la CTA, Hugo Yasky, para estimar que en 15 días el Gobierno podría anunciar una nueva modificación del mínimo no imponible (MNI).

La cúpula que lidera el metalúrgico dejó un recordatorio por escrito al Gobierno cuando en la solicitada que publicó por el día del Trabajo recalcó su pretensión de que se defina una “reforma de los instrumentos legales que determinan el Impuesto a las Ganancias”, para terminar con “el error de considerar al salario como ganancia” cuando en realidad es el pago medido por las labores que concreta un trabajador.

Al considerar el escenario donde el Ejecutivo podría establecer las modificaciones, Yasky también dejó algo más que una esperanza para que se incremente el valor de la Asignación Universal por Hijo establecida hoy en $460: “A esta altura no se pueden dejar de reconocer la importancia que tuvo ese beneficio en su implementación como tampoco la necesidad de incrementarlo”.

Desde las centrales opositoras al Gobierno viene siendo uno de los puntos principales de reclamo, aunque respecto a la negociación se espera que sean las centrales obreras aliadas las que impulsen, exijan y gestionen el cambio “puertas adentro”.-