La Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos rechazó este martes una demanda civil presentada en California contra la automotriz Daimler AG (Chrysler) por la desaparición de 14 trabajadores de Mercedes Benz, filial de la multinacional, y el secuestro durante la dictadura militar de otros tres empleados que sobrevivieron.
El pedido de enjuiciamiento en busca de un resarcimiento a las víctimas había sido presentado en 2004 y fue defendido por el abogado estadounidense Terry Collingworth. La mayoría de los desparecidos fueron secuestrados por el Ejército y vistos por última vez en centros clandestinos de Campo de Mayo.
Según reveló un cable de la agencia Reuters, ahora la Corte aseguró en un fallo unánime que las conexiones de Daimler con California no eran suficientes para afrontar una demanda en esa jurisdicción. De este modo, el máximo Tribunal dio marcha atrás con un fallo de mayo del 2011 de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco a favor de los demandantes.
Los jueces supremos argumentaron que no permiten habilitar la investigación porque la Justicia de EEUU no tiene autoridad para tratar un caso de violación a los derechos humanos contra una multinacional por la presunta mala conducta de una empresa subsidiaria en el extranjero. «No puede escucharse el caso sólo por el hecho de que una subsidiaria indirecta de la compañía brinda servicios a nombre del acusado», justificaron.
Daimler tiene sede en Stuttgart, mientras que la filial Mercedes-Benz USA LLC está constituida en Delaware y realiza la mayor parte de sus operaciones en Nueva Jersey. En este marco, la magistrada Ruth Bader Ginsburg escribió en su sentencia que ni Daimler ni Mercedes-Benz USA, también conocida como MBUSA, están constituidas en California. «Si las actividades de Daimler en California fueran suficientes para permitir la adjudicación de este caso transferido de Argentina a California, el mismo alcance global presumiblemente se registraría en cada estado en el que las ventas de MBUSA sean considerables», señaló la jueza.
Ginsburg agregó que la presentación de las víctimas del terrorismo de Estado en la Argentina «no tenía nada que ver con lo ocurrido o tenían su impacto principal en California».
Esta demanda caratulada «Daimler AG v Barbara Bauman» ya había sido rechazada en dos oportunidades por la Justicia estadounidense. Sin embargo, la Constitución del estado de California habilita a investigar las acciones de empresas extranjeras que actúan en Estados Unidos, pero ante las apelaciones de la automotriz el caso llegó finalmente a la Corte.
El sitio Infojus reveló que los familiares querellantes recurrieron al Tribunal bajo la figura de la Ley de Reclamación por Agravios contra Extranjeros (Alien Tort Claims Act), que establece la posibilidad de demandar en territorio de los Estados Unidos a personas o corporaciones que hayan violado leyes federales allí o en países con los que tiene tratados celebrados, como la Argentina. Pero no funcionó. Si habrían aceptado tratarla hubiese constituido el primer antecedente para las filiales de las empresas multinacionales acusadas de complicidad con la dictadura cívico militar.
En tanto, en la Argentina la causa por los secuestros y torturas de los 17 trabajadores de Mercedes Benz fue iniciada por la abogada y periodista Gabriela Weber en 2002 ante el juzgado de Daniel Rafecas. En 2006 parte del expediente pasó al juzgado federal de San Martín, a cargo de Alicia Vence, sin que hasta el momento existan procesados ni detenidos. En ese expediente están acusados el ministro de Trabajo de Isabel Perón, Carlos Ruckauf, y el ya fallecido exsecretario general de Smata, José Rodríguez, por gestionar la «eliminación» de los «elementos subversivos».
En paralelo, la automotriz, perteneciente a Daimler, también está acusada por la apropiación de tres niños y la sustitución de identidad de Paula Logares, nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo.-
