El control de las obras sociales parece ser el tema del inicio de año en el mundillo sindical. Los sindicalistas ya no esconden las diferencias con una parte del Frente de Todos que pretende avanzar a un sistema integrado de salud.
Antonio Caló, hombre de la mesa chica de la CGT, marcó distancias con la vicepresidenta Cristina Kirchner, la principal portavoz de la iniciativa para integrar el sistema de salud público y privado.
En ese plano, admitió «opiniones distintas» y bancó a Alberto Fernández. «El que manda es el presidente», dijo, y aseguró que «no estamos enfrentados (con el Gobierno nacional). Yo avalo a este presidente, a este gobierno. Una cosa es la vicepresidenta».
«Yo estoy de acuerdo con el Presidente, las opiniones son distintas. El que manda, el que tiene el bastón de mando es el Presidente y yo lo avalo; la señora vicepresidenta, (a la) que le tengo el mayor de los respetos, tendrá que hacer la función legislativa», sostuvo Caló.
El titular del gremio metalúrgico se pronunció así antes de ingresar a la sede de UPCN, donde se desarrolló una cumbre de urgencia a la que convocó la CGT ante la preocupación por un eventual plan que impulsa el kirchnerismo para integrar el sistema de salud y que podría significar un avance sobre la caja de las obras sociales sindicales.
En medio de las versiones sobre esa iniciativa, también cobró fuerza la chance de que regrese a la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) Liliana Korenfeld, una dirigente del kirchnerismo duro.
«La señora de la que usted está hablando ya estuvo en la Superintendencia, y hemos trabajado, a mí no me preocupa quién esté, sino que funcione la Superintendencia«, respondió Caló al ser consultado por la prensa sobre Korenfeld. SPC/MG/OM NA