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ANÁLISIS Y OPINIÓN

La incertidumbre de hoy, y del día después: reforma laboral ad hoc

Con la economía implosionada, gremios y empresarios caminan en una cornisa que abre horizontes inesperados.

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Nadie puede decir que no haya sido visionario; es más debería dar clases virtuales a nivel global por ello. Por mucho menos (no por lo que fue el desastre económico a nivel local sino por el alcance del desastre) y por errores propios de su gobierno, el entonces ministro de Educación de Cambiemos, Esteban Bullrich, dijo: «Debemos crear argentinos capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla». El coronavirus es esa premonición hecha carne. Tamaña definición no se filtró en un audio de WhatsApp, sino que lo dijo en su exposición en el Foro de Inversiones y Negocios, más conocido como Mini Davos, que se realizó en el CCK en 2017. Lo destratamos y nos dio una ventana de tres años para practicar el surfeo de la incertidumbre.

Algunas de esas incertidumbres ya empiezan a gestarse en la coyuntura. Gremios como la UOM y SMATA que habían avanzado en el trueque de reducir salarios un 30% a cambio de evitar despidos ahora la CGT salió a pedir por la totalidad del salario. Es que en el medio de aquellas negociaciones, el Gobierno anunció que pagará hasta un 50% de los salarios del sector privado en aquellas empresas que necesiten auxilio. Tener en cuenta que en el Programa de Asistencia de Emergencia para el Trabajo y la Producción se anotaron cerca de 450.000. De paso: ¿Se hará público este listado? Ojo con las sorpresas.

A contramano, esta semana hicieron saber sus acuerdos Gastronómicos y los Petroleros de Pereyra. Dante Camaño, encargado de la filial porteña de UTGHRA, acordó que ningún trabajador cobre menos del 75%. En tanto el sector de hidrocarburos resignó un 40% del salario: en este sector se conjuga la implosión del valor del barril de petróleo, que llegó a cotizar -37 dólares.

Los gremios metieron el freno porque la cuenta fue esta: a trazo grueso el Estado pagará el 50% mientras los trabajadores resignarán el 30%, entonces los empresarios ¿solo pagarán el 20% del salario? Mundo Gremial quiso saber si el ministerio de Trabajo había homologado algún acuerdo por estas horas, pero “por ahora quedó todo frenado”.

El derrape argentino da cuenta de que a Cristina Kirchner varios gremios le pedían por reducir o discontinuar Ganancias; a Mauricio Macri le exigían el cambio de política económica para que frenara la debacle económica que incluyó cientos de miles de despidos; y ahora a la pelea sigue para evitar despidos pero se le suma dar de baja beneficios y reducciones salariales. Estamos ante una reforma laboral ad hoc. Con estos antecedentes: ¿qué empresario no estará pensando si nos ajustamos tanto ahora, porque no probarlo en tiempos normales?

Otra variable inmanejable: en el recorrido de tiempo que llevará levantar la cuarentena un tendal de compañías quedarán en la banquina y entrarán en concurso preventivo de acreedores como paso previo a pedir la quiebra. Explica el abogado laboralista Nahuel Altieri: “La flexibilización del derecho del trabajo se verá realizada por una cuestión de hecho, y no por una reforma en el Congreso. Por un lado, ante los concursos preventivos (Art. 20 de la Ley 24.522) no solo se suspenderán los Convenios Colectivos de cada actividad -derechos superiores y específicos a los contemplados en la Ley de Contrato de Trabajo-, sino que además por el colapso que existe en el fuero del trabajo hace que los reclamos se tornen difíciles e incluso ilusorios con la duración de un juicio de 5 años promedio”. Sigue: “Es decir que la efectivización de los derechos laborales vulnerados también se ve flexibilizada por una Justicia que no brinda respuesta en tiempo y forma y que hoy se encuentra paralizada. Sumado a ello, quienes defienden la parte patronal podrían decir que la progresividad de los derechos laborales encuentra su límite en la realidad económica de los estados parte: esto se encuentra expresamente mencionado en el Pacto Internacional de San José de Costa Rica (Art. 2 Inc. 3 PIDESC)”.

Durante esta emergencia quedó habilitado el recurso de contratar personal eventual; un tópico comprendido en el Título III Capítulo IV de la Ley de Contrato de Trabajo. Por la cuarentena hay pocas actividades con pico de trabajo y otras que están muertas. Lo primero que hay que saber es que las firmas que necesiten trabajadores adicionales eventuales pueden contratarlos en forma directa, pero generalmente lo hacen a través de una “empresa de servicios eventuales” la cual debe estar registrada en el ministerio de Trabajo. En muchos casos ocurre que estos trabajadores, por un salario menor al convencionado, terminan haciendo tareas adicionales y/o normales o habituales que no se corresponden con la eventualidad. Al finalizar la relación laboral, que puede tener un plazo prefijado o no (puede estar sujeto a la duración de la eventualidad) en el contrato que se firme, el trabajador no percibirá indemnización.

Ahora bien, en épocas normales hay abuso de esta figura con connivencia sindical: si una empresa tiene un plantel de 500 trabajadores puede arreglarse que 300 estén convencionados y el resto, no. Esto garantiza que, ante conflictos sindicales, la empresa pueda seguir funcionando con el personal no afiliado.

En estas épocas de pandemia se atajan penales a diario; lo cierto es que a todos los jugadores, -sindicatos, empresas y trabajadores- se les abre un mundo de posibilidades y horizontes inciertos en lo que es mejor tratar de estar prevenidos. Para evitar la incertidumbre.

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