Dirigentes de la CTA Mar del Plata fueron agredidos ese sábado durante una protesta frente al local de comidas Todo Tartas, en repudio al despido de trabajadores afiliados al Sindicato de Cadetes, Motoristas y Mensajeros (SICAMM), que se encuentran en huelga desde hace una semana.
El secretario general de la seccional, Diego Lencinas, y uno de los vocales de la organización, Walter Buda, recibieron una golpiza cuando “una patota de patovicas se presentó en la puerta de local de la tartería, sito en Hipólito Yrigoyen al 2600, para corrernos del lugar”, indicaron desde el sindicato.
Lencinas y Buda fueron inmediatamente trasladados a la guardia de la Clínica Colón. El titular de la CTA marplatense presentó golpes en el rostro y el cuerpo con la fractura del tabique nasal, mientras que el otro integrante de la comisión directiva sufrió rotura de hueso orbital, malar y maxilar y fractura de muñeca, y continúa bajo estudios médicos para determinar otras presuntas secuelas en estómago e hígado por los fuertes dolores que padece.
Al respecto, el secretario general de ATE y CTA Provincia de Buenos Aires, Oscar de Isasi, repudió “estas acciones que intentan disciplinar los reclamos de los trabajadores en defensa de sus fuentes de trabajo a través de la violencia de patotas contratadas para amedrentar a los compañeros».
“Hechos como estos son el resultado de la falta de diálogo y la impunidad de los empresarios que buscan maximizar sus ganancias a través de la explotación de trabajadores no registrados y mal pagos”, agregó de Isasi.
El dirigente de los estatales señaló que “estamos en una etapa de plena disputa donde se dirime si volvemos a épocas anteriores con ajuste y represión para garantizar que el capital pierda lo menos posible, o trascender el proceso kirchnerista, no sólo defendiendo los derechos conquistados, sino también avanzando en más democracia y más derechos para el conjunto de la sociedad”.
Desde hace días, una veintena de trabajadores -muchos integrantes del Sicamm– reclaman por la reincorporación de un compañero despedido en el Todo Tartas de Hipólito Yrigoyen casi Alberti. Sin embargo, en las últimas 48 horas la medida de fuerza se vio agravada y afectada por las “amenazas y golpizas de patovas de la patronal” al grupo de motociclistas y deliverys organizados.