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ANÁLISIS Y OPINIÓN

UATRE: muertes y traiciones en un gremio desestabilizado

Una interna muy complicada asola al sindicato de los trabajadores rurales al punto de no poder sesionar el secretariado nacional.

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Una solicitada a página entera en el diario Clarín rompió la tranquera en la que se desenvolvía internamente una guerra sórdida y silenciosa dentro de la UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) dejando a la intemperie los trapitos de la lucha por el poder.

El título ya deja a las claras un problemón interno: “Somos peronistas, orgánicos y leales”; una definición de manual de todo militante justicialista. Pero, como bien sabemos, en el peronismo como en la política en general, lo que es más habitual ver son las traiciones y las luchas de poder que la lealtad. En esas líneas, el oficialismo, en cabeza del secretario general, José Voytenco, acusa a “viejos conocidos (…) de haber hecho negocios personales y acomodar familiares en la obra social”. Manifiesta que son “momentos difíciles que desestabilizan la vida institucional del gremio”. Como una muestra de lealtades, y acaso como advertencia, firman la solicitada “418 compañeros congresales sobre un total de 592”.

Los hechos

El 27 de junio de 2017 y a raíz de un cáncer fallece Gerónimo “Momo” Venegas: había sido secretario general desde diciembre de 1991. El deceso puso en el máximo sillón de la UATRE a Ramón Ayala, quien fuera su adjunto. Condujo de manera interina el gremio hasta que, el 19 de diciembre de 2019, el Congreso Nacional del sindicato rural lo unge como secretario general. Ya el coronavirus inundaba con su toxicidad a China; aunque ese país le mentía al mundo sobre su existencia y fue así como en septiembre de 2020 Ayala contrae la enfermedad que lo aniquila el 6 de octubre. Se repite la secuencia y asume su segundo, el chaqueño José Voytenco. Se aclara que es originario de Chaco porque las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe son las que gravitan fuerte en la UATRE; lo que se traduce en cantidad de congresales y apoyos. Lo cierto, más allá de cómo interpretar los federalismos, nada iba a ser igual: la muerte de Ayala, quien acompañó a Venegas durante su larga conducción había conseguido ser un equilibrista por los frentes internos que se le empezaban a abrir, rompe definitivamente la armonía.

Lógico y como suele pasar en la mayoría de los sindicatos: muere el histórico líder, en este caso Venegas que manejó el gremio con puño de acero, y a los sucesores se les animan desde casi todos los wines.

Seguimos: el 5 de octubre, es decir un día anterior de que Ayala fallezca, se organiza un Zoom en el que se resuelve por unanimidad que el dirigente ruralista y diputado nacional, Pablo Ansaloni, asuma la presidencia Osprera, la obra social de los ruralistas. Según cuentan a las 19 horas del 7 de octubre, “con el cuerpo de Ayala recién trasladado a su Cólon natal, Ansaloni hace saber que ratificaría su presidencia en Osprera”. Más allá del mal gusto por el momento en que lo comunica, desde el oficialismo lo cruzan: “Eso se resolvió con Ayala en vida; hoy no está y el escenario es otro”.

Fue el inicio de la guerra

Veamos: tanto Venegas como Ayala fueron secretarios generales que a su vez fueron los titulares no solo del sindicato, sino de la Obra Social y del Renatre; organismo éste que rota las presidencias. A saber, Voytenco asumió la presidencia del Renatre en noviembre de 2020; cuando antes estuvo a cargo de la Federación Agraria. Es que el directorio está conformado por cuatro directores de UATRE, y los otros cuatro son de las entidades agrarias: CRA, SRA, FA y Coninagro). Para el sector de Voytenco comandar las tres instituciones es por Estatuto; para la oposición, no: “Cada institución tiene sus propios estatutos; y Venegas y Ayala los presidieron por lo que representaban; son cargos que se ganan por apoyos y liderazgo”, argumentan. “Es chaqueño y apenas tiene dos congresales; y lo acompañan gente de provincias con poco espeso a nivel de representatividad”, agregan.

Pero volvamos al quid del problema: Osprera. Voytenco desconoce a Ansaloni y el 20 de octubre, con apoyo del secretariado nacional, remueve al directorio, que incluye a quien fuera el vice de Ayala, Ansaloni, y al resto de los funcionarios. Es decir a Carlos Caballero, Marcelo Acevedo y Walter Cáceres. Frente a este avance que incluyó la presentación formal de la remoción en la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el grupo de Ansaloni judicializa el tema presentando cuatro cautelares en distintos tiempos; y que son avaladas por la Sala III de la Cámara Nacional del Trabajo.

Rápido de reflejos, Voytenco manda a hacer una auditoría de corte al asumir: de acuerdo a lo que informa el oficialismo el control contable, siempre según la denuncia penal que informan a Mundo Gremial, “se detecta que los 4 directores de la Osprera separados de su cargo estaban malversando fondos por viáticos y por 10,6 millones en los dos años previos”.

En paralelo, y por una denuncia de la oposición, el juez federal penal, Julián Ercolini, investiga a Voytenco, a Fernando Alarcón (gerente financiero de la obra social) y a Cristian Ayala por malversación de 7.000 millones de pesos de la obra social. Esto es porque, para mantener Osprera en funcionamiento se libraron cheques para pagar prestaciones y otras cuestiones desde octubre a la fecha. “Todo gasto superior a los 300.000 pesos debe ser autorizado por el Consejo”, dicen desde el campamento de Ansaloni.

Y acá corren dos versiones: para la gente de Voytenco la SSS aún no emitió el Certificado de Autoridades; mientras que para los de Ansaloni “ya fue emitido reincorporándonos, solo que no nos dejan entrar al edificio a cumplir con nuestro trabajo”.

En esa causa federal está en el expediente un pedido a “los bancos Nación y Provincia para permitir girar fondos al exterior, que no se sabe el destino, y que han sido rechazados por ambos bancos”, dicen desde la oposición.

Volviendo puertas adentro del gremio y con los papeles de la auditoría en la mano, el día 5 de marzo de 2021 Voytenco convoca al Secretariado Nacional para ratificar al nuevo directorio y desplazar a Ansaloni: gana por un voto, 5 a 4. Cabe aclarar que son 10 miembros pero el secretario general no tiene voto. La oposición considera “ilegal” este proceder porque “son dos instituciones distintas, el sindicato no puede desplazar al directorio de la obra social; las sanciones o desplazamientos solo son materia de los mismos directivos de Osprera”.

Nuevamente el coronavirus sobrevoló la UATRE y el día 13 de abril fallece víctima de CoVid el adjunto de Voytenco, Marcelo Andrada. Fue así que asume como adjunto el primer vocal, Jorge Dávalos. Con la asunción de Dávalos, Voytenco pierde la mayoría en el Secretariado. De ese grupo forman parte nada menos que el tesorero nacional, Juan Carlos Castro (85 años), y quien maneja los hilos en Córdoba. También forma parte del grupo otro histórico: Roberto Petrocchi, de unos 80 años que es secretario de acción social a nivel país y tiene influencia en Rosario. Y también Mario Lastra, un dirigente de peso de la sección bonaerense de Necochea, la zona de Venegas.

De ahí en más, todo frenado: el secretariado nacional dejó de funcionar. Es que la mayoría opositora le exige a Voytenco que convoque al Secretariado Nacional con una orden del día que propone “reincorporar” a los separados.

En tanto, Ansaloni y su gente solicitó al Ministerio de Trabajo que permita convocar a un Congreso para adelantar el proceso electoral (NdR: Voytenco tiene mandato hasta diciembre de 2023); pero por las restricciones sanitarias, el tema está en el tintero.

En su solicitada, Voytenco cuenta con “418 compañeros congresales sobre un total de 592”, argumentando que tiene el poder de salir victorioso. Desde la oposición rechazan esa estadística y denuncian que “en ese listado hay tres muertos, entre ellos Clemente Iriarte y Marcelo Mayo; y varios que por redes sociales expresaron su rechazo de haber sido incluidos entre los firmantes”.

Continuará.

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