La era del hielo

Con la doble indemnización y la prohibición de despidos más algún resabio de los ATP que aún ayudan a las empresas y trabajadores sumado a los subsidios a las obras sociales que nunca son suficientes para cubrir el rojo y, desde este domingo, con la media sanción por el “alivio fiscal” aprobado en Diputados, la CGT y el sindicalismo en general está congelado.

Por tomar un caso: Gastronómicos. Ante la malaria no hay declaraciones explosivas de Luis Barrionuevo ni de su cuñado Dante Camaño; siempre afín al macrismo. Aunque de perfil bajo, tampoco se escucharon voces de SMATA cuando la alemana Basf y la estadounidense Axalta, dos de las principales compañías productoras de pinturas para el sector automotriz, se fueron del país a fines del año pasado.

Visita de dirigentes del SMATA a la Planta Industrial Axalta Coating Systems.

Otro dato: una tira histórica de datos económicos vinculada al Índice de Inversión Bruta Interna Fija respecto al PBI (IBIF; que, términos coloquiales, es un ratio que mide la renovación de los fierros para producir) da cuenta de que hoy está en un 16,6% o 13,4% según cómo se mida. Para ayudar: en términos generales un país con la economía más o menos estable este índice gira en torno al 20 y 25 por ciento; mientras que países del sudeste asiático se ubica en torno al 30% y China, altamente industrializado, se encuentra en un 40 por ciento.

Un informe de la consultora LCG al tuvo acceso Mundo Gremial detalla que el año 2020 cerró con una tasa de desempleo del 11%, 2,1 puntos porcentuales por encima de 2019 “retornando al doble dígito, lo que no ocurría desde 2005”. Yendo al detalle: la tasa de trabajadores se mantuvo constante en 1,4 millones de personas. En tanto, la Tasa de Actividad cayó 2,2 puntos porcentuales dejándola en 45%.

En definitiva, y como se ve con apenas estos datos esbozados más arriba, solo quedan para patalear los ajustes paritarios, que algo de eso vimos esta semana cuando Sanidad convocó a un paro en plena crisis del rebrote del CoVid y que terminó en conciliación obligatoria.

En cualquier caso, todo se reduce a lo micro como puede ser negociar despidos encubiertos o algunas mejoras en las condiciones de trabajo si es que hay algún margen. O ciertos acuerdos de partes para transitar este momento con la mayor tranquilidad posible.

Pero, ¿hasta cuándo durará el congelamiento?

La primera pregunta y con la segunda ola de CoVid acechando a medida que ingresan vacunas, la respuesta es inexacta; pero hasta fin de año, mínimo, la pandemia seguirá manejando los hilos de la política y economía local y mundial. A la postre: por resolución 133/21, el ministerio de Trabajo dispuso prorrogar el plazo establecido por la Resolución 1199/20 “hasta el 31 de agosto de 2021” y también amplió «la prórroga del plazo establecido en el artículo 2° de la Resolución citada en el artículo anterior por el plazo de 180 días, a partir del 31 de agosto de 2021». Es decir: el gallinero interno en que se convierten los sindicatos en elecciones queda parcialmente frizado.

Y, ¿cómo hacer para descongelarlo?

Facundo Moyano, en una entrevista que le realizó Nicolás Balinotti para La Nación, tiró ciertas definiciones para salir de la asfixia económica laboral: “No le tengo miedo al fondo de cese laboral como alternativa a la indemnización en determinadas actividades porque hay un 50 por ciento de trabajadores que cuando los despiden no cobran nada, incluso los que están registrados, como pasó por ejemplo en el sector textil durante la era Macri”. También indicó que el peronismo debió haber presentado “una alternativa” a la Reforma Laboral de Cambiemos considerando que es tiempo de abrir el debate.

Otra forma de descomprimir y ante el estado de coma del mundo laboral (y sindical) es que los gremios, en esta época de tranquilidad, deberían encarar si es posible establecer un sistema rápido de contratación y especial que empuje el mercado laboral hacia arriba.