En CGT advierten que los controles de precios no funcionaron y piden medidas más efectivas

En la CGT concurrirán a la mesa de diálogo que planifica el Gobierno para la semana próxima con empresarios pero advierten que los controles de precios por sí solos no alcanzan para controlar los precios al tiempo que volverán a plantear su propia agenda, como la asistencia financiera que el estado prometió para evitar un descalabro en las obras sociales sindicales.

En teoría, la convocatoria formal la llevaría adelante el ministro Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) el próximo lunes durante una rueda de prensa aunque el presidente Alberto Fernández ya se la había deslizado a los jefes gremiales y a representantes de la UIA que lo visitaron el miércoles pasado tras haber consensuado un nuevo aumento del salario mínimo.

Se acordó una suba del 45% en el salario mínimo: recién llegará a $47.850 en diciembre

En la cartera gremial apuestan por una mesa de “concertación” que incluya también a “los pesos pesados de la Asociación Empresaria Argentina (AEA)” porque aducen que los controles de precios que había impulsado el secretario Roberto Feletti (Comercio Interior) no fueron efectivos a raíz de los aumentos que viene exponiendo el Índice de Precios al Consumidor.

Los jefes gremiales sí parecen apostar por reubicar paritarias en el orden del 45% para luego poder revisarlas en noviembre a fin de intentar compensar el desfasaje inflacionario. Igual hay muchas dudas respecto a que el Ejecutivo logre frenar la inercia inflacionaria que viene socavando el poder adquisitivo de los trabajadores. «Hay preocupación», se escucha por los pasillos de la institución de calle Azopardo.

También hay malestar por la falta de definiciones en cuanto a la compensación acordada en 2021 para que el Estado se haga cargo de los gastos por discapacidad que habitualmente cubren las obras sociales. Hay una deuda de más de $4 mil millones –de los $11 mil millones comprometidos en un cónclave entre las partes celebrado en la Residencia de Olivos- que parecen haber quedado perdidos en el arcón de los recuerdos. Por eso en la central de calle Azopardo buscan volver “a renegociar los fondos para cubrir el traslado y la educación” de la discapacidad actualizándolos por inflación.

Pero, más allá de estas demandas sectoriales, hay preocupación por el rumbo económico. Temen que, más allá del acuerdo logrado con el Fondo Monetario Internacional, el gobierno no pueda encarrilar las variables económicas. Todo se trata de recrear expectativas en los casi 2 años de mandato que le queda al Frente de Todos.