El debate sobre la reducción de la jornada laboral vuelve a escena

En medio de la crisis laboral por la pandemia de coronavirus, voces del ámbito del trabajo comienzan a delinear estrategias para afrontar el duro presente de caída de empleo. Una de las propuestas es la reducción de la jornada laboral.

El diputado nacional y titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, presentó en septiembre pasado un proyecto para reducir la jornada laboral legal de 48 a 40 horas.

El objetivo de la propuesta, según explicaron, es formalizar miles de empleos en un contexto crítico para el mercado laboral. Se trata de una propuesta ideada en otros países del primer mundo.

Sin demasiado éxito en el Congreso, ahora la iniciativa comienza a sumar interesados. El que lo hizo público en los últimos días fue Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria y referente de la Corriente Federal de Trabajadores.

El bancario, a través de un comunicado institucional, transmitió la necesidad de reducir la jornada laboral en todas las actividades nacionales en «las actuales circunstancias» a fin de aumentar las posibilidades de empleo digno para quienes no lo tienen.

Palazzo está convencido que la reducción aumentará la productividad y se traducirá en «una mejora de la salud de los trabajadores«.

El último sábado, en ocasión de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, Palazzo participó en el Foro «Trabajo, Presente y Futuro con Solidaridad», ocasión en la cual ratificó la posición bancaria sobre la necesidad de reducir la jornada laboral.

En 2020 y, en el contexto de esa reivindicación de la Bancaria, la diputada nacional y dirigente del gremio Claudia Ormachea, presentó un proyecto de ley en la Cámara baja.

El ala política también tiene sus intenciones en la temática. Es el caso de Héctor Recalde, exdiputado nacional y abogado laboralista, quien aseguró que «hay que reducir la jornada de trabajo, la crisis tiene que ser oportunidad».

Recalde fue autor de distintos proyectos legislativos sobre la materia. En primer lugar pidió bajar de 48 a 45 las horas semanales, pero no logró el consenso para avanzar en la medida.

«Sería una buena ocasión para modificar la jornada de trabajo, no a 35 ó 40, como tienen algunos países, pero sí a 45. Además de que sería propicio: si se recurre incluso a la inteligencia, un trabajador con jornadas más reducidas tiene mayor productividad. No hay que bajar los brazos frente a la crisis», concluyó en una entrevista a Télam.

En paralelo, Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda, realizó su propuesta sobre el tema. Lo hizo en varias oportunidades, y hasta en el debate presidencial de 2019: reducción de la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana.