Los trabajadores de la línea 60 retomaron ayer su recorrido habitual, aunque sin cobrar el boleto, ya que los trabajadores y la empresa que gestiona el servicio, siguen en conflicto por el despido de 43 empleados. Acusan a la patronal de hacer un «lock out».
José Alderete, uno de los trabajadores, dijo a Télam que «los trabajadores creemos que no podemos dejar de prestar este servicio público, y por eso votamos volver a efectuar el recorrido aunque sin cobrar boleto».
«Acá los más afectados por este problema son nuestras familias y los miles de trabajadores que todos los días necesitan que este servicio funcione, cosa que hace días no sucede por el lock out patronal», añadió.
El delegado de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Hugo Shwarzman, indicó que “denunciamos ante la justicia el lock out patronal y a su vez la empresa denunció una usurpación del predio por parte de los trabajadores, por eso ayer a las 17 vino un fiscal a constatar las condiciones y la situación en la que nos encontramos”.
“El fiscal constató que aquí no hay usurpación, que cualquiera puede entrar y salir cuando quiera, que solo estamos cumpliendo nuestro horario y que es la empresa que no da la orden para que salgan las unidades”, precisó.
El delegado aseguró que “más tarde vino gente de la empresa con un inspector de mecánicos y miraron las unidades y se fueron sin decir nada de nada”, y consideró que esta acción fue “como una burla no solo para nosotros sino para todos los pasajeros que dependen del servicio para ir a trabajar”.
El conflicto de los choferes de la línea 60 comenzó el jueves pasado cuando los trabajadores decidieron no cobrar el boleto en reclamo de la reincorporación de uno de sus compañeros que, según ellos, fue despedido sin justificación alguna.