Centenario de la OIT

Se cumplieron 100 años de la constitución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) un puñado de países comenzaban este camino el de construir acuerdos entre obreros, patrones y gobiernos, un solo país latinoamericano y caribeño participo del convite, la Republica de Cuba.

Pensemos un momento el panorama internacional de ese tiempo, se terminaba la primer guerra mundial, la revolución mexicana escribía la primer constitución social del mundo, la revolución de los obreros en Rusia daba sus primeros pasos se extendía a siete estados, la Alemania al igual que la vieja Europa vivía una conflictividad social muy importante, augusto Sandino inicia su lucha antiimperialista.

En la Argentina en el mes de enero de 1919 las patronales y los milicos bravos de la ciudad de buenos aires producen la masacre obrera más tremenda de nuestra historia, más de 1500 obreros asesinados, 5 mil heridos y 50 mil prontuarios.

En esa realidad política del mundo se comienza el intento de que por la vía del dialogo estos tres actores sociales y políticos construyamos acuerdos que busquen reglamentar el trabajo en el mundo orientado hacia la justicia social.

Para los trabajadores estos cien años no han sido fáciles, guerras calientes y frías, represiones brutales, crímenes contra obreros y campesinos, desigualdades estructurales han sido muchas veces las respuestas que encontramos frente a nuestro anhelo de vivir en un mundo de hombre y mujeres libres de justicia social de arte, cultura y ciencia.

Nuestra permanencia en la OIT a pesar de todo lo que nos pasa ha dado sus frutos, ha instalado reglas que de cumplirse nos darían la posibilidad de que ese mundo de justicia y paz no sea una utopía sino algo que podamos disfrutar todos y todas.

Por eso cada año las delegaciones obreras de todo el mundo asistimos a decir nuestra verdades a que se escuchen nuestras razones, a alertar que el trabajo no es mercancía, que el trabajador y trabajadora es el sujeto a proteger en esta relación, veníamos a decir como hace cien años que hay que garantizar el futuro de la vida en el planeta.

En este centenario de la OIT donde la necedad de los empleadores y la complicidad de muchos gobiernos atentan contra la misma especie humana y pone en riesgo la paz mundial, los trabajadores seguimos haciendo esfuerzos y aportes para que se comprenda nuestro mensaje mundial.

La sanción del convenio 190 es el resultado del trabajo de millones de mujeres que luchan por sus derechos, por ser respetadas, grandes esfuerzos ha costado hacer comprender a empleadores y gobiernos de la necesidad de su sanción.

En tiempos de crisis para la humanidad como los de hoy, las trabajadoras supieron aportar para la sanción de este convenio que será sin duda un aporte fundamental mejoramiento de la humanidad y de nuestras sociedades.

Salud a todas las dirigentes sindicales que desde hace más de una década, de todos los países, de todas las ramas de las actividades laborales, de todas las pertenecías ideológicas y religiosas construyeron este tremendo instrumento el convenio 109 de la Organización Internacional del Trabajo.