Asamblea legislativa: Año electoral y leyes pendientes

Como era de esperar, el presidente Alberto Fernández dio un extenso discurso sobre el estado de la nación, como es usual en las aperturas de las sesiones legislativas ordinarias. Dejando de lado los varios temas que tocó, y yendo a lo que nos interesa, nos centraremos en los sucintos, pero específicos pedidos sobre temas legislativos y laborales.

Como es sabido, este es un año electoral y como de costumbre ocurre algo problemático: el estancamiento de las agendas y proyectos legislativos en los “tira y afloja” de sectores políticos que especulan ya sea con la continuidad, ya sea con la llegada al gobierno. Y esto constituye un grave problema por el parate legislativo que comporta.

De allí que el presidente reclamara que “de cara a un año que tendrá sus peculiaridades, por el proceso electoral en curso, hago un pedido para que no condicionemos la aprobación de proyectos de leyes que los argentinos están necesitando”.

Y, específicamente con respecto al ámbito laboral, señaló que “venimos demostrando que podemos hacer crecer la economía, sin menguar derechos de los trabajadores. Es falso que para crear trabajo o mejorar los ingresos deba retrocederse en derechos de quienes trabajan”.

Las palabras suenan, en un tiro por elevación, a los miembros de la oposición, ya que estos tienen preparados y en carpeta diversos proyectos de flexibilización laboral que no han dejado de proclamar cada vez que tuvieron oportunidad.

En el gobierno el tema es casi un tabú, al punto que cuando el jefe de asesores del presidente, Antonio Aracre, declaró que pensaba acercarle al jefe de Estado ideas para “flexibilizar y modernizar” el mercado de trabajo, le salieron al cruce desde todos los sectores del propio oficialismo.

Las palabras del presidente, entonces, llamando a no retroceder en derechos deben haber ayudado a calmar las aguas hacia el seno de la coalición oficialista. “Queremos más trabajo de calidad; queremos seguir fortaleciendo a nuestras Pymes que son las que generan 3 de cada 4 empleos; queremos profundizar las políticas de inclusión laboral”, señaló.

Como el año 2023 está signado por la cuestión electoral, aún es incierto lo que se presentará en lo tocante a legislación del trabajo, pero lo que es seguro es que la flexibilización laboral (que tuvo en octubre pasado otra presentación de parte de Juntos por el Cambio), difícilmente se toque por el alto costo político que pueda generar.

Sin embargo, y teniendo en cuenta la polarización política en curso, nada puede descartarse. Los diputados y senadores tienen la última palabra.