El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, expresó su preocupación por la situación laboral del sector y confirmó que en 2016 sufrieron 9.000 despidos y 15.000 suspendiones.
En declaraciones radiales, Caló alertó sobre la caída de los puestos de trabajo en fábrica de computadoras y rechazó la masiva importación de productos. «El salario promedio de un trabajador metalúrgico es de $ 12 mil, por debajo de la línea de la pobreza. Con la importación que se está haciendo, el salario del metalúrgico se ha deteriorado», afirmó.
«Con Néstor y Cristina Kirchner teníamos trabajo», aseguró el sindicalista, y recordó que «el año pasado se perdieron 9 mil puestos de trabajo». A horas de una nueva movilización de la UOM, Caló volvió a reclamar por «los compañeros que fabrican computadoras como por ejemplo Banghó que se quedaron sin trabajo».
En diálogo con Radio Rivadavia, dijo que «acá traen las cosas de afuera y no podemos competir, nunca vamos a poder competir con los productos de China. El problema no se soluciona trayendo cosas importadas, sino corrigiendo las distorsiones que tenemos».
«Si seguimos en este camino, los trabajadores argentinos se van a quedar sin trabajo. Si seguimos este camino vamos a ser un ejército de desocupados. Acá tenemos que priorizar, el plato de comida para los argentinos o para los chinos», concluyó.