ANÁLISIS Y OPINIÓN
#Metrolegitimación
Por Juan Manuel Morena, director de Mundo Gremial.
El conflicto que vivimos por estos días debido al reclamo del sindicato que agrupa a la abrumadora mayoría de los trabajadores del Subte (el 85% aproximadamente) tiene un problema de raíz, que es el procedimiento electoral de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
La posible legitimación de origen que tuvo la UTA quedó empañada por la falta de legitimación de ejercicio, por eso nació otro sindicato, que hoy ejerce esa legitimación.
El dato más interesante del sindicalismo argentino, y tal vez un punto a replantearse a la hora de otorgar reconocimiento a una nueva organización sindical, es el origen de la misma. El 80% de los sindicatos nuevos, nace de una interna del sindicato mayoritario o con personería gremial.
Acá el punto importante es la democracia sindical que se ejerce en la UTA. Y sin querer pecar en la autonomía de las organizaciones, hay cosas que indica solamente el sentido común que están mal. Entonces va la pregunta de cómo se hace para poder presentarse como delegado gremial, básicamente, en la Unión Tranviaria Argentina. Simplemente tenés que presentarte en una lista con más de 2500 delegados de todo el país. Sí, 2500 tipos/as.
Y si querés competir en la línea 78 de Merlo, tenés que juntar a 2499 del resto del país. Es uno de los estatutos más restrictivos y antidemocráticos del sindicalismo argentino, un modelo que hay que cuidar, porque es bueno, pero que los que dicen que lo defienden en realidad lo destruyen.
La UTA tiene poder de presión, pero el perfume de época es otro, mejor pensarse desde adentro a que te piensen desde afuera decía alguien de apellido Scalabrini Ortiz. Y lo que pasa hoy, si no se resuelve en estos términos, va a seguir pasando. Pero el parche es la especialidad criolla.