Gremios aeronáuticos salen en defensa de Aerolíneas Argentinas ante los discursos privatizadores

El titular de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, advirtió sobre nuevos intentos para privatizar Aerolíneas Argentinas, al igual que Pablo Biro, de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), quien lanzó la campaña “en defensa de la Línea Aérea de Bandera”.

En un texto difundido por los 60 años de la fundación de APTA, Cirielli destacó “la incorporación permanente de derechos laborales y las constantes mejoras salariales” y remarcó que “deberemos enfrentar una embestida neoliberal más furibunda que en los ’90” que buscará “la desaparición de todas las empresas aerocomerciales y aeronáuticas argentinas”.

Además, el gremialista recordó que durante la gestión de Macri despidieron a Isela Costantini, «una brillante CEO que en 11 meses redujo a la mitad el déficit, sin conflictos gremiales y siendo venerada por sus empleados”. En tanto, advirtió que “para quebrar una compañía, cualquier funcionario de cuarta lo puede hacer” y el desafío es “administrar Aerolíneas Argentinas para que, de mínima no de déficit y de máxima, dé ganancias”.

Por su parte, Biro apuntó sobre los números revelados sobre la aerolínea de bandera, la cual aportó al Producto Bruto Interno (PBI) cerca de 3 mil millones de dólares durante el 2022. Además, dirigió a las cuentas públicas unos $70 mil millones de pesos, mientras que recibió $34 mil millones.

En el informe elaborado por APLA, destacaron que durante el 2021, Aerolíneas Argentinas generó 6.840.000 dólares por día, y que genera entre 4 y 6 dólares por cada dólar invertido en su operación.

Por estos motivos, la organización gremial calificó como “preocupante” la postura del Gobierno Nacional, ya que “continúa con una política errática en materia de transporte y manteniendo un silencio ensordecedor que no contribuyen en nada en la defensa de Aerolíneas”.

“Día a día vemos una campaña contra Aerolíneas Argentinas, amplificada desde distintos sectores políticos, económicos y sociales, cuyo objetivo es el cierre de la compañía”, advirtió Biro. “La línea aérea de bandera es una herramienta de desarrollo que nos permite a los argentinos ejercer de forma soberana el control sobre nuestros recursos estratégicos, logísticos y de conectividad”, agregó.

Para finalizar, remarcó que la inversión que hace el Estado Nacional “vuelve con creces” en impuestos, tasas, generación de empleo, entre otros, y que “genera un beneficio económico que no se refleja en los estados contables de la compañía y que es necesario mostrar cuando se discute su futuro”.