Las entidades gremiales educativas porteñas confirmaron ayer a las autoridades del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que en los próximos días analizarán el protocolo diseñado por las autoridades del Ministerio de Educación para retornar a las aulas el próximo 17 de febrero.
Los 17 sindicatos, no obstante, ratificaron su postura respecto de la peligrosidad de contagios que existe dada la circulación actual del virus.
Asimismo, tras el encuentro mantenido entre los docentes y las autoridades del Gobierno, los trabajadores criticaron el contenido de la reunión llevada adelante en la cartera, del mismo modo que las propuestas oficiales.
Por su parte, el secretario adjunto de Ademys, Jorge Adaro, manifestó que la reunión de los gremios con el Gobierno “fue una puesta en escena” y que “los aspectos que preocupan no han sido tenido en cuenta por la Ciudad”.
Al mismo tiempo, el dirigente señaló que también es preocupante “el transporte y el traslado de los chicos” y que “no hay avances ni mejoras” respecto a los puntos más conflictivos que se venían discutiendo.
Mientras tanto, la secretaria gremial de UTE Ctera Capital, Alejandra Bonato, también manifestó su postura a la salida del encuentro con el Gobierno y aseguró que “recibimos un borrador de protocolo 5 minutos antes de la reunión”.
“Estamos tratando de volver con las mejores condiciones posibles, nosotros necesitamos evidencia. Por eso vamos a monitorear cuales son las condiciones de infraestructura en términos de baños, bebederos y espacios para respetar el DISPO”, expresó la dirigente en una ronda de prensa.
Por último, Bonato, dejó en claro que el sector docente pretende volver a las aulas pero con las mejores condiciones: “Estamos con muchas ganas de volver a las clases presenciales donde se produce ese vinculo tan irremplazable, ahora nos damos cuenta de la importancia de la escuela tal como la conocíamos. Una casa no es una escuela, una mamá no es una docente y un zoom no es un aula”, reflexionó la dirigente.