Julio Piumato fue uno de los protagonistas de nuestro último Conversatorio, pensado para debatir sobre el reciente fallo de la Corte Suprema sobre la potestad de los sindicatos con personería celebrar convenios colectivos.
El dirigente sindical fue contundente en su defensa al modelo sindical argentino y criticó las fallas de la autoridad de aplicación en garantizar «procesos democráticos» en las organizaciones gremiales.
Sobre el fallo de la Corte, Piumato aseguró estar de acuerdo «porque tiene que ver con la representatividad» de los trabajadores. En ese punto, destacó que «el problema en Argentina para el modelo sindical ha pasado no por el modelo sindical en sí, si no por la actitud de la autoridad de aplicación que no ha garantizado procesos democráticos en todos los gremios«.
«Hasta hace 30 años a nadie se le ocurría cuando era agrupación opositora armar otro gremio, persistíamos hasta demostrar a todos los afiliados la representatividad, obviamente no era fácil», señaló.
El secretario general de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) y miembro del Consejo Directivo de la CGT aseguró que décadas atrás existía un «respeto generalizado» al modelo sindical argentino aunque «siempre hubo críticas a las conducciones».
«Todos los que llegamos a conducir nuestros gremios llegamos venciendo a los oficialismos que estaban. A partir de un determinado momento cambia eso y se transforma en que el que pierda una elección arma un sindicato. Esto, fundado en el interés de los trabajadores, no lo favorece en absoluto porque el sistema de personería gremial garantiza que la tenga la organización más representativa, eso está en la legislación», explicó.
Defensa a «ultranza» del modelo sindical de Perón
Piumato instó a ampliar el diálogo entre los trabajadores y recordó una «verdad irrefutable»: «los mejores momentos de los trabajadores fueron cuando el movimiento sindical estuvo unido. La fragmentación no favorece los derechos de los trabajadores porque la patronal utiliza a los gremios con simple inscripción para imponer su lógica».
«Las herramientas que tienen los trabajadores tiene que estar en función del objetivo, y el modelo sindical argentino se caracteriza por tener tres funciones: la primera es la defensa de los derechos gremiales, la segunda es propender un mejoramiento de las condiciones de las condiciones de vida de los afiliados y la tercera participar al modelo de sociedad que aspira».
Y amplió: «Si acá tenemos muchos sindicatos de cada actividad… cuál es la voz de los trabajadores, va a tener más peso la pelea interna que la representación frente al patrón. Ahí el que saca provecho de la división es el patrón porque puede hacer el juego con las distintas entidades y condicionar a partir de la existencia de gremios con simple inscripción en la negociación colectiva al gremio que tiene la personaría gremial».
«El concepto de personería gremial no es para nada obsoleto»
Ante las críticas a las figura de la personería, el sindicalista fue firme: «si hoy en Argentina tuviéramos una situación mejor que la que teníamos cuando el modelo sindical argentino funcionaba a pleno podría plantearme eliminar la cuestión de la personería pero no creo que un derecho a conseguir la justicia social y la dignidad y el objetivo de los trabajadores pueda ser tomado como un privilegio».
La unidad ante todo
«Tenemos que apuntar al concepto de unidad. Tendría que haber un mayor diálogo entre los gremios, el problema muchas veces son las ambiciones de los dirigentes que cada uno busca tener un pedazo de la representación en lugar de competir para tener la representación genuina de todos los trabajadores».
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