La vigencia de la inédita pandemia del coronavirus postergó los planes para realizar el Comité Central Confederal (CCC) que hubiera ungido a un nuevo secretariado nacional: desde este 22 de agosto los mandatos de la actual conducción están vencidos, pero emparchados de vigencia hasta el 31 de marzo de 2021 por la resolución 489 del ministerio de Trabajo. El GPS marca, en principio, que la vacuna estará para fin de año o principios de 2021 lo que permitirá reuniones presenciales a gran escala para realizar durante el verano el CCC. Calendario complicado por cierto porque en el verano no vuela una mosca en el mundo sindical, pero lo atípico de la situación por ahí quiebra esa tendencia ya que estaremos transitando la tan esperada pospademia.
Y hablando de pospandemia, una de las tantas y eternas discusiones en nuestro país: ¿Quién pone la plata para la reactivación? De parte del sector empresario esgrimen que si ellos ponen la plata debe venir acompañada de una reforma laboral (RL), que se está dando ad hoc con el tema del impacto del CoVid: es el sálvese quien pueda. Lo medular de esa RL es lo de siempre: bajar indemnizaciones o asimilarlas a un esquema de fondo compensatorio como tiene la UOCRA y bajar la litigiosidad.
La pospandemia llega, entonces, en las postrimerías de esta conducción cegetista que, de acuerdo al sondeo de Mundo Gremial a la cúpula cegetista, “no hay Plan B; sino solamente rechazarla”. Para explorar este camino de acuerdos, la CGT se reunió virtualmente con los principales empresarios del país el 21 de julio. Se pusieron de acuerdo en lo más fácil: que el Estado reduzca la presión tributaria; por cierto: altísima.
De paso: esta semana en Alemania, el principal sindicato industrial de ese país, IG Metall, acordó con las cámaras respectivas trabajar 4 días a la semana para evitar despidos y mantener a toda la gente en las fábricas. Ese acuerdo alcanza a 2,3 millones de trabajadores alemanes; casi la mitad de los trabajadores formales que hay en nuestro país. Está más que claro que aplicar la misma fórmula desde hace más de 50 años sumado a la insaciable corrupción solo ha generado pobreza estructural en nuestro país.
Para un grupo esa generación de empleo debe venir de la obra pública: el 10 de agosto hubo una reunión en la UOCRA de la que participaron junto al dueño de casa, Gerardo Martínez, los dirigentes Pablo Moyano, Sergio Sasia, Juan Grabois y otros jefes sindicales de distinto pelaje peronista. Proponen una inversión inicial anual de 750 mil millones de pesos que creará 170.000 empleos registrados y 4 millones de puestos de trabajo de la economía popular, generando un impacto de la actividad económica de 865.000 millones de pesos.
Entre la CGT y los empresarios; y este grupo UOCRA vemos dos versiones de lo mismo: que el Estado sea el regente de la pospandemia. Con el tema del canje de deuda allanado, ahora el Gobierno mira el dólar y trata de encuadrar la macroeconomía. Y ya estamos avanzando en la pospandemia…
A nivel foto esa reunión en la UOCRA logró unir a diversos grupos de la jungla sindical como son el moyanismo, claro está, con los Independientes en cabeza de Martínez; y Sasia, que lidera el Semun (Sindicatos en Marcha para la Unidad Nacional). Esta semana Sergio Massa recibió una comitiva para seguir explorando esta propuesta.
Finalmente, esta semana, hubo otras dos fotos: Alberto Fernández participando de un congreso de Sanidad, que lo tuvo a Daer a la cabeza. Por más que el Presidente haya estado ahí para felicitar a los trabajadores de la salud, el espaldarazo también fue para Daer.
Finalmente, el zoom del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona). Allí Pablo Moyano junto a los SMATA´s boys Ricardo Pignanelli y Mario Manrique; y Miguel Díaz de Udocba confirmaron un faltante que supo ser impulsor de este espacio: Sergio Palazzo. Dicen las malas lenguas que la relación está enfriada desde que el bancario se cortó solo para colar gente propia en las listas de diputados en nombre de su espacio: la Corriente Federal (CF). Justamente desde allí dijeron a Mundo Gremial: “Decidimos mantener nuestro espacio que es la Corriente Federal y siempre estaremos dispuestos a hacer cualquier actividad en conjunto, pero cómo Corriente Federal”. También las malas lenguas dicen que Palazzo está muy pegado a Hugp Yasky; quien promueve una unidad total del movimiento obrero; por ahora una entelequia. Desde la CF apuntaron: “Con Yasky tenemos una relación cordial y amable y de mutuo respeto, pero nosotros pertenecemos a la CGT aunque no estemos en la conducción y aun teniendo diferencias”.
De alguna manera todos los grupos que conforman el mundillo sindical se estuvieron moviendo: saben que es prematuro y que habrá varias traiciones en este camino que recién empieza y una vez más nos encuentra sin saber qué hacer como país.