La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó a través de su oficina en nuestro país, la campaña “Formalicemos”, para poder sensibilizar a la población sobre la necesidad promover el empleo registrado como condición fundamental para el trabajo decente. Se estima que el 45% de los trabajadores en Argentina está en condiciones de vulnerabilidad.
La propuesta se abordó con testimonios reales que dan cuenta del impacto positivo de las oportunidades laborales formales, ya sea en la vida cotidiana como en el crecimiento de los negocios. Actualmente, los sectores más afectados son los de servicio doméstico, la construcción, la agricultura y ganadería, la industria textil, el turismo y la gastronomía.
“Las historias de quienes accedieron a empleos registrados o las personas que promovieron esos puestos demuestran que las ventajas son colectivas. El trabajo formal beneficia tanto a quien se emplea como a quien contrata”, reflexionó Bárbara Perrot, especialista en empleo y desarrollo productivo de la OIT Argentina.
“Para lograr trabajo decente y construir un mundo más justo, inclusivo y sostenible, es fundamental que desde el diálogo social se impulse la transición hacia el empleo formal, con apoyo a las empresas para fortalecer su capacidad de crear fuentes de trabajo registradas y con apoyo a las trabajadoras y los trabajadores mediante políticas de formación”, agregó.
La campaña «Formalicemos» fue desarrollada en línea con la Recomendación sobre la transición de la economía informal a la economía formal (núm. 204), adoptada en 2015 en la 104ª Conferencia Internacional del Trabajo. Esta norma plantea orientaciones para facilitar la transición de los trabajadores y las unidades económicas desde la economía informal a la economía formal, respetando los derechos fundamentales de las personas que trabajan y garantizando oportunidades de seguridad de los ingresos, medios de sustento y emprendimiento.
Recordemos que la OIT reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 Estados miembros para establecer las normas del trabajo, formular políticas y elaborar programas promoviendo el trabajo decente de todos, mujeres y hombres. Los objetivos principales de la OIT son promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de trabajo decente, mejorar la protección social y fortalecer el diálogo al abordar los temas relacionados con el trabajo.