Un sector de la UTA llamó a un paro de colectivos y denunció la «inacción» de Fernández

La oposición a Roberto Fernández en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) llamó a un paro de actividades en solidaridad con los trabajadores colectiveros del interior del país que transitan momentos de angustia con salarios adeudados e incertidumbre laboral.

La medida de fuerza fue convocada para este miércoles 3 de junio y será por 24 horas. Tendrá impacto en la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires con adhesión de más de 80 líneas de colectivos, según informaron a Mundo Gremial.

El sector sufre una fuerte crisis en el interior el país con servicios paralizados desde hace 50 días en Córdoba y conflictos de gravedad en la mayoría de las seccionales del país, donde los afiliados rechazaron la «inacción» de la conducción nacional de la UTA.

En las últimas horas, Fernández admitió una situación de «suma gravedad» debido a la falta del pago de salarios y pidió que los subsidios que el gobierno nacional y los provinciales destinan a las empresas «sean dirigidos directamente a los 32.600 trabajadores afectados» por la crisis generada por la pandemia de coronavirus.

Pero la postura del oficialismo no es suficiente para la oposición, nucleada en la Agrupación Juan Manuel Palacios, que lidera Miguel Buntinduy. Por eso, irán al paro el miércoles para pedir «terminar con las desigualdades a la baja en la remuneración» e «impedir las especulaciones de las empresas, que con mala fe, manipulan con la necesidad de sus dependientes».

Además, exigieron a la conducción de la UTA «que deje de esconderse en sus compromisos con las empresas, y definitivamente garantice y proteja los derechos de los trabajadores, imperativo legal ignorado permanentemente en su gestión».

Los colectiveros de «La Juan Manuel Palacios» calificaron la situación salarial como «dramática y crítica» en el interior del país: «el secretario general de la UTA no solamente se ha olvidado de ello, sino que, por el contrario, abandonado a su suerte las reivindicaciones de los trabajadores del interior del país, ha fragmentado y debilitado, en su propio beneficio, y con oscuros intereses comerciales, esa histórica hegemonía y unidad, destrozando la estructura gremial de la institución».