ANÁLISIS Y OPINIÓN
Tras participar del acto de Cristina, Moyano se mostró con la UTEP en busca de equilibrio
Por Emiliano Russo, columnista de Mundo Gremial
Un día después de las fuerte embestida de Cristina Kirchner contra los movimientos sociales, Pablo Moyano y Omar Plaini, dos de los dirigentes que habían estado en Avellaneda durante la ponencia de la Vice, recibieron en la CGT a Esteban «Gringo» Castro y otros integrantes del secretariado de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), con la intención de bajar la polémica en el seno del oficialismo e intentar coordinar una marcha conjunta contra los formadores de precios.
El triunviro cegetista, que de esta forma busca mostrar cierto equilibrio en medio de las recurrentes pujas internas del Frente de Todos, estuvo acompañado por el titular del gremio de Canillitas, por «Paco» Manrique (Smata) y Cristián Jerónimo, de la Juventud Sindical.
Lógicamente las críticas de la Vicepresidenta fueron uno de los temas tratados durante el encuentro. Mientras Moyano se habría mostrado más conciliador, Plaini intentó justificar los dichos de Cristina por su histórica concepción sobre la denominada economía popular.
El dirigente camionero intentó mostrarse junto al secretariado a la UTEP con quien lo une un viejo vínculo, ya que solían movilizarse juntos en tiempos del macrismo. Incluso coincidieron en la multipartidaria denominada «21 F».
Lo cierto es que el martes por la tarde intentaron dejar atrás el hondo malestar que generaron en los distintos movimientos sociales las descalificaciones de Cristina. «Hubo comentarios pero siempre referidos a intentar sostener la unidad. No nos manejamos con el enojo», dijo el «Gringo» Castro a este medio. Su esposa, la intendenta Mariel Fernández (Moreno), se había retirado ofuscada el último lunes del predio de Avellaneda luego de escuchar el mentado discurso.
El secretario general de la UTEP, no obstante, dijo que coincidieron con el triunviro cegetista en la necesidad de movilizarse contra los empresarios y formadores de precios que con subas especulativas retroalimentan la inflación. La agrupación había marchado el pasado 8 de junio hacia la COPAL (Industrias alimenticias) y ahora busca sumar a las centras obreras y a los grupos piqueteros de izquierda.
Respecto a las críticas de la Vice, Castro sostuvo que «no conoce el trabajo que tenemos. Y cuando dice que se puede dar el alta o baja de un plan demuestra su desconocimiento porque eso no sucede hoy. Si alguien se pondría en intermediario y el beneficiario le paga no entendería la situación y el que se lo pidió es un chorro».
Asimismo, reconoció que la CGT hace una división entre los movimientos populares nucleados en la UTEP y los del Bloque Piquetero referenciado en la izquierda. «Nosotros hacemos un trabajo particular y lo que decimos es que faltan derechos. Los compañeros de izquierda quieren pasar a tener un trabajo formal y patrón. Son distintos planteos pero es un universo grande, de unos 10 millones de personas», enfatizó el referente social.
Por último, se mostró crítico respecto al intento del kirchnerismo por traspasar el manejo de los planes sociales a intendentes y gobernadores. «Si se los dan a intendentes o gobernadores, donde no los laburen bien nos van a tener haciendo quilombo en la puerta», expresó Castro, que no desconoció que la embestida del cristinismo se relacione con el intento del Movimiento Evita y otras agrupaciones por disputar territorio con La Cámpora en la Provincia. Esto es, intentar postular dirigentes propios en las elecciones de 2023.