“Los sindicatos desempeñan un papel fundamental en la lucha contra las desigualdades y en la construcción de sociedades más justas. Un diálogo social significativo y efectivo en el sector educativo es esencial para promover la cohesión social, la solidaridad y la confianza en las políticas públicas”, señaló la organización.
La Internacional de la Educación lamentó que, a pesar de las solicitudes de los sindicatos de la educación italianos, no se les brindó la oportunidad de contribuir a la reunión del G7.
En vista de ello, la organización hizo un llamado a los ministros de educación del G7 a:
- Involucrar significativamente a la sociedad civil, y en particular a las organizaciones laborales, en las discusiones sobre educación, siguiendo las recomendaciones del Panel de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente.
- Poner fin a la austeridad, implementar políticas macroeconómicas y reformar la gobernanza económica global para fortalecer la inversión estatal en la educación pública.
- Promover la paz, garantizar el respeto del derecho internacional humanitario y los derechos humanos, y frenar el aumento del gasto militar que con demasiada frecuencia se produce a expensas del gasto social.
“Los docentes y el personal de apoyo educativo son vitales para garantizar una educación equitativa e inclusiva para todos”, afirmó la organización. “Por lo tanto, las organizaciones de trabajadores hacen hincapié en la necesidad de comprometerse con los gobiernos del G7 en la toma de decisiones críticas para el sector de la educación durante estos tiempos cruciales”, añadió el pronunciamiento.
La declaración de la Internacional de la Educación pone de relieve la importancia de la participación de los sindicatos en la toma de decisiones sobre educación.