El Centro de Innovación de las Trabajadoras y Trabajadores (CITRA), dependiente del CONICET y de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), realizó un estudio de investigación sobre el impacto de las plataformas en el mundo laboral y en los trabajadores específicamente.
El informe que aborda la problemática de las plataformas digitales, analizó, entre otras cosas, las opiniones de las y los trabajadores de reparto en actividad, así como los que emigraron a otro tipo de empleo, sea formal o informal.
De las conclusiones más relevantes del informe, se destaca que “las plataformas de reparto se han expandido durante el último lustro en la Ciudad de Buenos Aires y en otras urbes de Argentina”, y explica que el proceso de crecimiento de las plataformas fue de la mano con el impacto de la pandemia, de tal forma que fue declarado un servicio esencial.
En este sentido, como resultado de la investigación, el informe arroja que “los trabajadores que habían perdido o mermado sus ingresos encontraron en esta actividad un refugio laboral” .
Ese proceso además, “produjo una mayor concentración del mercado de las plataformas de reparto: de las cuatro principales empresas que operaban, permanecieron dos, Rappi y PedidosYa”, remarca el trabajo de CITRA..
A su vez, se concluyó que esa expansión, “no se vio acompañada de una mejora en las condiciones de trabajo de las y los repartidores, quienes aún no cuentan con los derechos laborales básicos”, agrega.
Sin embargo, también subraya que las plataformas, “siguen sin reconocer la identidad trabajadora de quienes reparten, a quienes llaman eufemísticamente colaboradores/as”.
Por otra parte, al momento de abordar las trayectorias laborales de los trabajadores de plataforma se destaca que “la mayoría de las/ os repartidoras/es, antes de trabajar en las plataformas, eran asalariados registrados o cuentapropistas”.
También se registró que, “la mayoría de quienes pasaron a tener otros empleos luego de las plataformas también lo hicieron como trabajadoras/es formales o por cuenta propia”.
En esa línea, el informe da cuenta de que muchos trabajadores identifican este servicio como un “refugio transitorio”, sobre todo en una parte de la población argentina y del caso específico de mujeres y la población migrante venezolana que encontró en las plataformas una “inserción laboral rápida”.
Asimismo, se identificó que la alta valoración sobre la flexibilidad en el uso del tiempo y la autonomía, ha crecido y se consolidó, tanto entre quienes continúan en la actividad, como en los que migraron a otro tipo de empleo.
Con esa identificación, se interpretó que la “persistencia en la valoración de esta dimensión en todos los grupos da cuenta de la importancia que tiene para estas personas disponer de la herramienta de la libre organización de la jornada de trabajo”, agrega el informe.
En todos los casos, la falta de derechos laborales y coberturas, por ejemplo en materia de salud, “sigue apareciendo como una preocupación latente”, al mismo tiempo que la autonomía y la libertad en el manejo del tiempo “se muestran como una bandera irrenunciable”.
El grupo de trabajo concluye también que, la negación a la regulación en la actividad que se ve reflejada en muchos de sus trabajadores puede deberse “más que un signo de desclasamiento o “derechización” de las/os trabajadoras/es, a un temor a perder aquella bandera de la libertad”, interpreta.
Finalmente, el informe da cuenta de que la autonomía que pretenden mostrar las plataformas digitales, no es tal “si las empresas siguen detentando el poder de otorgar premios y castigos discrecionalmente”.
El CITRA, es un organismo, de investigación, innovación y desarrollo, que está asociado estratégicamente a sindicatos para producir capacidades en el área de ciencia y tecnología, con una perspectiva que contemple la participación de los trabajadores.