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Se agudiza el conflicto en Garbarino: crecen las protestas en sucursales
Hubo asambleas y retención de tareas en locales de la zona oeste del conurbano bonaerense. Denuncian falta de pago de haberes y suspensiones.
Los trabajadores de Garbarino intensifican las protestas. Tras las noticias de cierres de sucursales y suspensiones de empleados en distintos punto del país, la semana pasada en la zona oeste del conurbano bonaerense hubo asambleas y retención de tareas en repudio a la falta del pago de haberes.
Las acciones fueron impulsadas por el Sindicato de Obreros y Empleados de Comercio (Seoca). Desde el gremio que conduce el dirigente Julio Rubén Ledesma, los delegados mercantiles de las sucursales de las localidades de Gregorio de Laferrere y Merlo, precisaron que «los trabajadores viven momentos de incertidumbre y angustia, ante la intención de reconvertir el negocio a la venta on-line».
El delegado gremial de Seoca en Merlo, Claudio Ledesma, precisó que «la situación es angustiante porque además ayer y hoy cerraron la sucursal».
«Desconocemos qué otras decisiones va a tomar la empresa, afectando la continuidad laboral de los compañeros», remarcó el delegado a través de un comunicado difundido por esa organización.
Ledesma añadió que frente a «la crítica situación», el sindicato decidió «tomar medidas gremiales consistentes en una huelga de brazos caídos».
«Hasta el martes los clientes podían ingresar a la sucursal pero nosotros no atendíamos. Desde ayer, por una disposiciones municipales, sólo se podía atender desde la puerta y lo hacían los subgerentes. Hasta que decidieron bajar las persianas por la medida de fuerza», indicó el dirigente.
Por su parte, la delegada de la sucursal de Merlo, Erica Salazar, denunció: «Estamos en el quinto día hábil del mes y no nos pagaron el sueldo, con lo cual ahora nos deben los sueldos de marzo y abril y la empresa no dice nada».
Salazar añadió que «únicamente a aquellos trabajadores que son de riesgo les abonaron el 50 por ciento de sus salarios».
«Nosotros estamos en la vereda con pasacalles, repartiendo volantes a los vecinos y vecinas que pasan para que se solidaricen ante este conflicto. Si se cierran las sucursales, las familias se quedan sin trabajo. No nos pagan los sueldos y los aportes. Además sufrimos suspensiones. Por eso, vamos a seguir en alerta y en pie de lucha”, puntualizó.