El flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, podría ser la llave para concretar un viejo anhelo del sindicato de gastronómicos que conduce Luis Barrionuevo.
Es que el nuevo funcionario habilitaría la discusión para que las propinas en bares y restaurantes sean obligatorias en los pagos con el objetivo de mejorar los salarios de los trabajadores del sector.
La iniciativa tendría el aval del presidente Javier Milei que en los próximos días tendría a disposición un decreto listo para firmar. Sería una de las primeras medidas disruptivas del ministro Sturzenegger.
Con la normativa se permitirá que las propinas que reciben los mozos y empleados gastronómicos sean integradas formalmente en las facturas emitidas por los establecimientos.
La falta de efectivo y el pago de facturas gastronómicas por medios electrónicos impide que los trabajadores reciban propinas adecuadas, por lo que el proyecto vendría a solucionar esa problemática.
Según los defensores de este proyecto, la inclusión de las propinas en las facturas no solo garantizará que los empleados reciban una compensación justa y constante, sino que también obligará a los gremios del sector a modificar sus convenios colectivos para adaptarse a la nueva normativa.
Esto implicará una reestructuración en los acuerdos laborales vigentes, asegurando que las propinas sean reconocidas oficialmente como parte del salario de los trabajadores gastronómicos.
En su momento, Barrionuevo había sugerido que la propina obligatoria debería representar un porcentaje del total de la cuenta, proponiendo cifras que oscilan entre el 14% y el 18%, dependiendo del nivel y categoría del establecimiento.
La propuesta ya se aplica en diversas partes del mundo. En Argentina, la implementación de esta medida busca replicar esos beneficios y adaptarse a un estándar internacional que promueve la equidad y la justicia laboral en el sector gastronómico, indicaron.