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Paritarias en el ojo de la tormenta
Son varias las paritarias que todavía no finalizaron, y el gobierno nacional hace todos los esfuerzos por acordadar el mayor número de convenios posibles en las últimas semanas y para que los aumentos estuvieran en torno al 24 por ciento. Efectos sobre la economia.

Camioneros, Alimentación, Gastronómicos, Prensa, Textiles y Telecomunicaciones son algunos de los gremios que todavía no cerraron y ninguno de ellos quiere conformarse con un alza del 24 por ciento.
El sindicato de Camioneros, por ejemplo, comenzó esta semana con las negociaciones y la distancia entre lo pretendido por los trabajadores y lo ofrecido por la patronal está tan lejos que no parecería posible que cerrasen sin que medie algún conflicto.
Moyano busca romper el techo ese techo del 24% en el que cerraron la mayor parte de las paritarias de 2013. Aunque las negociaciones nunca cierran en el número pretendido por los trabajadores, Moyano aspira a no cerrar muy por debajo del 30 por ciento. Al Poder Ejecutivo seguramente no le hará gracia homologar un convenio con un porcentaje tan alto.
Sin embargo, no se descarta que –a pesar de la distancia de hoy– Camioneros y FADEEAC terminen cerrando por encima del 24% en un futuro no muy lejano. Es que tanto los empresarios, como el Gobierno y el líder de la CGT Azopardo saben que –paros, bloqueos y movilizaciones mediante– Camioneros tiene gran capacidad de daño. Si emprende un plan de lucha puede complicar sectores clave de una sociedad, como el abastecimiento de alimentos, el transporte de combustibles, la recolección de residuos y el traslado de caudales. El gobierno evitará que cualquiera de estos sectores se vea afectado por una medida de fuerza, especialmente en un año electoral.
Desde la Federación Gremial de la Alimentación, que conduce Rodolfo Daer, ya anunciaron su rechazo al esquema del 24% en cuotas en el que se encuadraron más de diez gremios. Por el contrario, insistieron con el pedido de un piso salarial de $ 6400 y un incremento del orden del 30 por ciento. La paritaria se empantanó y el sindicato inició medidas de fuerza que terminaron luego de que el Ministerio dictara la conciliación obligatoria, que venció el lunes pasado. Los trabajadores aún no decidieron si tomarán nuevas medidas mientras continúan las negociaciones.
Otro tanto ocurre con el sindicato de Gastronómicos. Con el eterno opositor y líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, como secretario general, el gremio solicita un 30% y la semana que viene llevará ese reclamo a la reunión con los empresarios en la cartera laboral. La rama de comedores públicos y privados ya cerró en un 28% en tres cuotas. Se trata de uno de los aumentos más elevados conseguidos en lo que va del año.
En tanto, la paritaria de prensa todavía ensaya sus primeras experiencias de convenio por actividad, ya que este es el segundo año en el que se convoca a paritarias para el sector. Los representantes de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires y los delegados paritarios (pertenecientes, entre otras agrupaciones, al Colectivo de Trabajadores de Prensa y a la Naranja de Prensa) se reúnen con los empresarios del sector (La Asociación Argentina de Editores de Revistas AAER y la Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires AEDBA), sin haber podido llegar a un acuerdo. Los trabajadores reclaman un aumento del 35%, 7000 pesos de básico, 1000 pesos por cada colaboración y 1500 por guardería. Además, se solicita el pase a planta permanente de los trabajadores precarizados, una práctica muy extendida en el sector, especialmente mediante la facturación crónica de colaboradores.Como respuesta al reclamo de los trabajadores, la parte empleadora ofreció con un incremento del 19%, dividido en tres cuotas que no acumulativas.
Esta paritaria tiene la particularidad de enmarcarse en un contexto político más que complejo, en el cual hay un enfrentamiento abierto entre algunos medios de comunicación y el gobierno nacional. Más allá del difícil momento por el que atraviesa la profesión como consecuencia de la polarización entre «medios oficialistas» y «medios opositores», el conflicto con las patronales encontró a los trabajadores unidos más allá del medio para el que cada uno trabaje. Así lo demuestra la masividad de las medidas de fuerza acordadas entre los delegados de los distintos diarios, revistas, sitios web y agencias de noticias.
Todos los periodistas –con muy escasas excepciones– de Clarín, La Nación, Página/12, Popular, Crónica, Ámbito, El Cronista, Tiempo Argentino, La Razón, Muy y Olé quitaron sus firmas de las ediciones. El delegado paritario de la Agencia Télam, Patricio Klimenzuk, aseguró: «Fue muy alto el acatamiento a las medidas de fuerza. Han molestado de tal modo a las patronales que se convirtió casi en una obsesión que los trabajadores las suspendieran o las levantaran».
El lunes será la próxima reunión entre empresarios y representantes de los trabajadores en el Ministerio de Trabajo, pero hasta entonces habrá encuentros informales por fuera de la cartera laboral.
Incobrabilidad, otro indice que preocupa
Por retraso en paritarias, aumentó 50% la incobrabilidad en el sistema financiero. Cuando sube la incobrabilidad, es el primer síntoma de que estás teniendo efectos bien negativos en la economía real. Esto pasa porque la economía está estancada: no crece, no hay flujo de negocios, hay parálisis en la economía, que se encuentra estancada y hay enanismo económico, lo que se traduce en achicamiento con desabastecimiento. Todas malas noticias para el sistema financiero.
El deterioro obedece al estancamiento en el nivel de actividad económico y a que todavía no se cerraron la mayoría de las paritarias. Una de las razones para el aumento de incobrabilidad es que las paritarias se negociaron tarde este año, con lo cual la gente tiene ingresos atrasados con los cuales pagar cuotas que sí se actualizaron temprano. Ante cuotas fijas, también hay menos ingreso disponible luego de gastos que son más altos, como el del ABL, las coberturas médicas y los colegios privados. la inflación va erosionando el ingreso de la gente, y lo primero que se deja de pagar son los consumos en cuotas o las tarjetas de crédito.
