El secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, demandó este viernes una «agenda de diálogo» al gobierno de Javier Milei y avisó que «la justicia social es un objetivo irrenunciable», en el marco de la 112° Conferencia Internacional del Trabajo que se desarrolla en Ginebra, Suiza.
El dirigente sindical, delegado titular del Grupo de los Trabajadores argentinos en la OIT, disertó en la sesión plenaria con un crítico mensaje al gobierno nacional y al conjunto de la política argentina.
«En Argentina los desencuentros de la política han sido negativos para el país. El sinónimo del éxito ha sido culpar al otro y así sucesivamente hemos degradado la calidad institucional. Hoy el mensaje es el mismo: la confrontación», señaló Martínez.
El también titular de la UOCRA fue una de las voces destacadas del día al emitir su mensaje ante el mundo en el Palacio de las Naciones. En esta quinta jornada de la Conferencia, también lo hicieron Hideyuki Shimizu, Delegado de los trabajadores de Japón; Luca Cirigliano, Delegado de los trabajadores de Suiza; Hongren Zhu, Delegado de los empleadores de China y Abdulrahman Alawar, Ministro de Recursos Humanos y Emiratización de Emiratos Arabes Unidos, entre otros.
«En el actual gobierno se acumulan demandas impostergables en términos económicos y sociales», alertó, y apuntó que Milei «no promueve políticas de ingresos y de empleo, desfinancia la salud, se despreocupa de la educación y del alimento para nuestros sectores expuestos a una pobreza que duele».
Para Martínez, el gobierno nacional «bajo fundamento de un liberalismo extremo pretende transferir al sector privado el rol del Estado colisionando con los valores de la justicia social. No deben quedar dudas: sin Estado no hay Nación».
«El proceso electoral nos dejó una enseñanza que debemos respetar. El mensaje del pueblo nos obliga a encontrar caminos diferentes entre los deficientes resultados de los últimos tiempos. Nuestro país con grandes potenciales productivos y económicos es incompatible con un casi 60% de nuestra población viviendo en la pobreza y la indigencia», señaló.
«La inflación es el impuesto a la pobreza»
El dirigente de la CGT manifestó su preocupación por la problemática de ingresos en Argentina y ratificó la necesidad de abrazar «un modelo de desarrollo, producción y trabajo».
Al mismo tiempo, recalcó que la preocupación por reducir los altos niveles de inflación «ha sido una demanda permanente del movimiento sindical» y calificó a la inflación como «el impuesto a la pobreza».
En ese sentido, Martínez realzó el ejemplo de diálogo social tripartito histórico del país y criticó a Milei por «el intento inconsulto de una reforma laboral regresiva en derechos pretendía algo particularmente inadmisible en esta casa: destruir los derechos laborales, sociales y sindicales».
«La respuesta del movimiento sindical fue a través de la Justicia, logrando detener la aplicación del capítula laboral del DNU como cualquier intento de disciplinar a la acción sindical. El logro de esta acción fue acompañada por toda la sociedad civil», subrayó.
«Los trabajadores somos la voz de la demanda»
Con vista a futuro, Martínaz aseguró que «la política pública necesita de todos los actores políticos y sociales, y debe contenernos a todos«. «El consenso de la sociedad en torno a bajar la inflación debe ser el resultado del esfuerzo compartido y no del sacrificio exclusivo de los trabajadores y de los sectores más golpeados», demandó.
«Como advertimos desde la CGT, un modelo de desarrollo, producción y trabajo es mucho más que un mero plan antiinflacionario. Le exigimos al Gobierno estabilizar la economía sin desatender la acuciente situación de pobreza y la desigualdad agravada por la profunda recesión que ya tiene un impacto indiscutible sobre la economía real y el empleo».
«Los trabajadores somos la voz de la demanda. No somos quienes conducimos las estructuras ni las definiciones de la política, pero somos quienes sufrimos las consecuencias de las malas decisiones. Los trabajadores y las trabajadoras reafirmamos nuestro compromiso y nuestro derecho a participar del diseño de una sociedad más justa en un futuro esperanzador», concluyó.
Y cerró: «Como venimos reiterando en las anteriores conferencias, nuestra realidad exige que nadie especule. Ninguna fuerza política podrá resolver los problemas estructurales en soledad. Seguimos apostando a una agenda de diálogo para una Argentina del desarrollo, la producción y el trabajo, solidaria, inclusiva y con igualdad de oportunidades».
«Celebramos la Coalición por la Justicia Social»
Gerardo Martínez, de extenso recorrido en el ámbito sindical internacional en OIT, celebró la conformación de la Coalición por la Justicia Social, que promueve que los esfuerzos de los mandantes de la OIT juntamente con los organismos financieros multilaterales vayan hacia resultados concretos que visibilicen la realidad de las personas generando propuestas orientativas y aplicables.
«El mundo se encuentra convulsionado por múltiples crisis simultáneas: la pobreza y la desigualdad crecen, las tensiones geopolíticas derivan en conflictos armados. Resulta urgente poner en marcha un nuevo contrato social que ponga a la economía y la tecnología al servicio de las personas con una transición justa», explicó.
«Para los trabajadores del mundo, la justicia social es un objetivo irrenunciable para la defensa de la dignidad humana y la igualdad con un piso de protección social. En la región de las Américas persisten retos estructurales como la informalidad, la pobreza y la desigualdad que excuyen a muchas pesonas del desarrollo humano Repudiamos los ataques contra dirigentes y organizaciones de trabajadores. El derecho a huelga y el diálogo institucionalizado son conquistas históricas que fortalecen la gobernanza», afirmó.