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Obreros denuncian que fueron agredidos por una patota
Los trabajadores de la empresa «Dulce Carola», que produce ropa interior femenina, denunciaron que una patota ingresó a la planta fabril y agredió a golpes a los trabajadores.

Ante la falta de pago de salarios y el abandono de la empresa por parte de la patronal, desde el 7 de junio pasado 43 trabajadores realizan retención de tareas. Según manifestaron los trabajadores a través de un comunicado la empresa muestra “una clara intención de vaciamiento”. Y agregaron que en la mañana del domingo “un grupo de matones ingresó a la planta y agredió a los obreros”.
Según los dichos de los trabajadores damnificados, el hecho se produjo alrededor de las 9 horas, cuando “una patota integrada por 12 personas, enviada por la empresa Dulce Carola, ingresó por la fuerza a la planta fabril ubicada en Remedios de Escalada de San Martín 2454 del barrio de Villa Mitre de la Ciudad de Buenos Aires”.
En la mañana del domingo volvieron, pero no para pagar las remuneraciones adeudadas ni el aguinaldo, ni a encontrar una instancia de negociación con los asalariados que pudiera resolver el conflicto que va a cumplir dos meses, sino a los golpes, para amedrentar a los trabajadores», afirmaron.
Detallaron que “una vez que lograron forzar la puerta de entrada, ya en el interior, la patota conducida por Liliana Noemí Romero, apoderada de la patronal, y Adrián Corvalán, supuesto abogado de la empresa, agredieron físicamente a los trabajadores de Dulce Carola, Rodolfo Cardozo y Néstor Ponce, quienes se encontraban en la planta baja del edificio”.
“Otras trabajadoras que se hallaban dentro de la fábrica textil recibieron amenazas verbales de Romero y Corvalán, mientras la patota, agredían a las obreras a golpes de puño al tiempo que les sacaban por la fuerza sus respectivos celulares para impedir que efectuaran comunicaciones con el exterior de la planta», agregaron.
Al respecto, indicaron que “los trabajadores permanecían secuestrados en su propio lugar de trabajo. En ese momento, Cardozo y Ponce yacían heridos e inmóviles tirados en el piso cerca de la puerta de entrada”.Trabajadores que llegaban a la fábrica, al ver impedido su ingreso por desconocidos, dieron aviso a la Policía Federal, que envió un patrullero. Ante la llegada la fuerza policial, la patota se retiró del lugar, aunque dentro de la planta permanecían Liliana Noemí Romero y Adrián Corvalán, reseñaron los obreros agredidos.
Luego, se hicieron presentes Eduardo Montes y Hugo Fucek, de la Unión Productiva de Empresas Autogestionadas; Raúl Santillán, de la Comisión Gremial del Sindicato de Cortadores y el abogado del Ministerio de Trabajo de la Nación Luis Palmeiro, quien al invocar su condición de letrado pudo ingresar a una agitada negociación donde se garantizó que Romero y Corvalán se retiraran de la planta sin llevarse documentación ni bienes algunos, informaron.
Alrededor de media mañana, un grupo de trabajadores radicaron la denuncia por agresiones en la Comisaría 41° de la Policía Federal, ubicada a la vuelta de la fábrica.
Pasado el mediodía, los trabajadores de Dulce Carola comenzaban una asamblea dentro de la empresa junto a los representantes de la UPEA, el Sindicato de Cortadores y el abogado del Ministerio de Trabajo.
