ANÁLISIS Y OPINIÓN
Nuevo libro sobre los orígenes del movimiento obrero argentino
Esta nueva obra que aborda los orígenes de la clase obrera argentina, sus huelgas, sociedades de resistencia y militancia política en Buenos Aires, fue realizada por el docente de la UBA Lucas Poy, publicada por Ediciones Imago Mundi.

El público interesado en el rico proceso de formación de los primeros sindicatos y organizaciones gremiales en nuestro país recibirá con interés el nuevo libro de Lucas Poy, Los orígenes de la clase obrera argentina, que acaba de ser publicado en Buenos Aires por Ediciones Imago Mundi. El libro, que condensa la tesis doctoral del autor, defendida en la Universidad de Buenos Aires, constituye el primero de una colección impulsada por la revista Archivos del movimiento obrero y la izquierda, una revista académica que se edita en Buenos Aires desde 2012 y se dedica a la publicación de investigaciones sobre esta temática. Poy es docente en las facultades de Filosofía y Letras y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y se desempeña como becario posdoctoral del CONICET.
El objetivo fundamental del libro es examinar el proceso de formación del movimiento obrero en los últimos años del siglo XIX. El trabajo muestra que, hacia mediados de la década de 1880, Buenos Aires ya contaba con una creciente población obrera, de origen mayoritariamente inmigrante, pero todavía eran prácticamente desconocidas las organizaciones y las huelgas. Poco menos de una década más tarde, sin embargo, las cosas habían cambiado: decenas de sociedades de resistencia y varios intentos de formar una federación, un Partido Socialista casi definitivamente constituido, diversos grupos anarquistas, varios periódicos obreros, numerosas huelgas e incluso una casi general, habían colocado a la clase trabajadora como un actor ya insoslayable en la vida del país.
El libro traza un recorte geográfico en la ciudad de Buenos Aires y su periferia inmediata y se basa se basa en un extenso trabajo de archivo con diversas fuentes y testimonios de la época. La hipótesis del autor es que en un período muy breve de tiempo los trabajadores locales desarrollaron una fuerte conciencia de clase y consolidaron un conjunto de organizaciones gremiales y políticas. El marco en el cual tuvo lugar este proceso fue la consolidación de un capitalismo dependiente en el país, que avanzó a paso firme desde el último tercio del siglo XIX y conoció su primera gran crisis en 1890. Estos grandes cambios, que representaron una experiencia difícil y traumática para centenares de miles de trabajadores y trabajadoras, fueron el telón de fondo del cuadro en el cual se procesó el origen de la clase obrera argentina.
El libro no se limita a un análisis de los avances realizados por los trabajadores en la consolidación de sus organizaciones gremiales sino que extiende el análisis al terreno de la historia política de las diferentes corrientes activas en el mundo del trabajo. Tanto el socialismo como el anarquismo, corrientes que desarrollaban su acción en el seno del movimiento obrero a nivel internacional, tuvieron su influencia en nuestro país desde una fecha muy temprana y deben ser consideradas un actor fundamental que contribuyó a ese proceso acelerado de delimitación de una identidad de clase.
