Si no hay Reforma Laboral, que haya blanqueo entonces

Como reza un viejo lema “mejor que perder es empatar”. El presidente Mauricio Macri es futbolero, y mucho de su pensamiento debe ser comprendido a partir de la gran pasión nacional. El gobierno nacional vio empantanada la Reforma Laboral y en un giro veloz decidió hacer cambios que no generen mayores resquemores con el sindicalismo, es decir, empezar por blanquear trabajadores y extender la licencia por paternidad.

Estos son los dos principales títulos que se desprenden del discurso que leyó durante la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso Nacional.

«1 de cada 3 trabajadores está en la informalidad. Vamos a presentar el proyecto de Ley de inclusión laboral para que miles de trabajadores informales puedan registrarse sin perder la antigüedad», enfatizó el Presidente.

Macri, y el gobierno todo, necesita mostrar cambios frente a un escenario donde su imagen de a poco se desinfla. La urgencia es motivada por el estancamiento de la economía. Sabe bien que la Reforma Laboral como la soñó, ya estalló por lo aires, pero lograr reducir el patético 30% de trabajo no registrado puede servirle como baluarte para las próximas elecciones.

¿Acaso Macri está pensando en las próximas elecciones? Sí, claro. Todo el tiempo. Lejos y en el tiempo quedaron las campañas presidenciales que duraban pocos meses. Hoy la campaña es todo el tiempo. Todo se hace pensando en función de los comicios.

Para ello, el gobierno pergeñó una medida que va a lograr la aprobación de buena parte de los ciudadanos, nos estamos refiriendo a la extensión de la licencia por paternidad. «En un mundo de iguales, no hay razón para que un padre sólo tenga dos días en el momento del nacimiento de los hijos”, explicó Macri.

De allí, desprendió otro punto esencial para el mundo del trabajo que promueve para este año legislativo: que las mujeres y hombres ganen el mismo salario por igual actividad.

Resta ahora conocer en detalle los diversos proyectos que el oficialismo irá presentando durante el año en el Congreso, pero siempre pensando que mejor que perder es empatar.