El conflicto en Vaca Muerta por los 600 despidos tendrá un nuevo capítulo recién el próximo 12 de diciembre, cuando Mauricio Macri ya no esté en el gobierno. El ministerio de Producción y Trabajo, conducido por Dante Sica, decidió postergar la resolución del conflicto y convocó a una nueva audiencia para la semana que viene, trasladándole el problema a Claudio Moroni, el presunto nuevo hombre de la cartera.
En la reunión del pasado miércoles, el Sindicato de Petróleo y Gas Privado Río Negro, Neuquén y La Pampa, conducida por Guillermo Pereyra, denunció el incumplimiento de la conciliación obligatoria por parte de las entidades empresarias y pidió que se aplique el máximo de las multas establecidas.
“Denunciamos que al menos 49 trabajadores jerárquicos y profesionales dependientes de la empresa Schlumberger que trabajan en la cuenca neuquina tienen cercenado su derecho salarial y de ocupación efectiva”, explicaron.
Desde el gremio aseguran que la compañía no le permite el ingreso a los espacios de trabajo a esos trabajadores y tampoco le otorga tareas. En consecuencia, exigen que se abonen los montos remunerativos y no remunerativos.
La entidad de Pereyra detalló que adelantaría vacaciones y suspensiones rotativas como paliativas hasta que se avizore un camino más claro sobre la política que vendrá con el próximo gobierno en materia de energía.
Intuyen que este panorama será crucial para determinar la continuidad de los equipos de perforación, que en la actualidad se encuentran en “stand by”.