Moyano trabaja en la contundencia de la huelga nacional

La decisión fue tomada luego de la masividad con la que contó el 8N,  “después del jueves todo lo que hagamos será poco. Hay que apostar por lo seguro”, razonan en el moyanismo.

En el marco de los preparativos, el líder de la central obrera convocó para mañana martes, a sus gremios aliados en la conducción de la CGT opositora. Durante ese encuentro se terminará de oficializar la fecha del martes 20 de noviembre para la medida de fuerza y se avanzará en la estrategia para asegurar la mayor adhesión posible al paro.

El objetivo primordial de Moyano es lograr la  paralización del transporte. Además de su propio gremio, que garantizará el cese total de actividades en sectores claves como el transporte de caudales, de combustibles, de mercaderías y la recolección de residuos, Moyano logró sumar el apoyo de los ferroviarios de la Línea Sarmiento y la de los gremios de choferes de colectivos disidentes de la UTA.

En la CGT se entusiasman con la posibilidad de lograr la adhesión de un sector del gremio que agrupa a los trabajadores del subte. A la medida también se sumarán los petroleros que responden a Julio Pereyra, parte de los trabajadores portuarios y el gremio bancario. La CTA aportará sobre todo la adhesión de los gremios estatales.

En conjunto, ambas centrales coordinarán esfuerzos para realizar piquetes y bloqueos en los accesos a la ciudad y en las cercanías de parques industriales y fábricas, con el objetivo de que la huelga también impacte en la producción.