ANÁLISIS Y OPINIÓN
Las contradicciones de «Paco» Manrique
Su rol combativo en CGT y su papel silencioso en SMATA. Ruptura y diálogo. Una decisión fallida y un presente en solitario. ¿El enviado de CFK?

Intentando ganar protagonismo, durante la semana que pasó, el diputado sindical y adjunto del SMATA, Mario «Paco» Manrique, pidió la renuncia de la conducción de la CGT ante la falta de rumbo o estrategia de la central.
La pregunta que surge en el ambiente sindical ronda sobre cuál es la estrategia de Manrique para este momento del país. Hasta hace pocos meses, el dirigente de los mecánicos era el nada más y nada menos que secretario gremial de la máxima central sindical de la Argentina, donde contaba con el respaldo de Pablo Moyano como secretario general. Asumieron juntos en el consejo directivo en noviembre de 2021. Permanecieron en sus cargos durante casi tres años.
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Las incógnitas en torno a la figura de Manrique son variadas. ¿Qué más necesitó junto a Moyano hijo para motorizar por adentro o democráticamente en la central? ¿Qué acciones impulsó Manrique desde la estratégica secretaría gremial? ¿Qué proyectos presentó o está preparando como Diputado nacional en favor del movimiento obrero? ¿Qué sindicatos lo acompañaron en este proceso?
En paralelo, en el medio de una actividad diezmada como la automotriz, «Paco» no tiene la misma vara para su sindicato. O es la voz baja de Ricardo Pignanelli. Porque el SMATA no se mueve en su sector de manera diferente a la estrategia dialoguista y de acuerdo de la CGT. Pero entre los mecánicos, Manrique no «golpea la mesa».
Lo que se intuye de esta jugada es el malestar que existe de Manrique dentro del SMATA y por elevación le pega a la CGT. Poco a poco, Pignanelli, mediante su hijo Sergio lo fue corriendo, interviniendo seccionales ligadas al ahora diputado y ese conflicto termina generando este desenlace. “Manrique hoy se parece más a Del Caño comentando la realidad desde Diputados”.
La realidad es que «Paco» Manrique a la hora de su renuncia creía que iba a arrastrar a varios sindicatos y se encontró solo en su despacho del anexo de Diputados.
Al mismo tiempo, en el plano político, tampoco logró ubicarse en las primeras líneas ni en las secretarías de gestión del PJ nacional que conduce su conductora Cristina Fernández de Kirchner, donde el 1° de su sindicato cumple el rol de vicepresidente.
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En ese derrotero, Manrique intenta hoy ganar protagonismo ante la pérdida de influencia y espacio en el sector sindical, donde se está quedando afuera de los armados más importantes. El movimiento de salida de CGT resultó errado y no encuentra la vía para recomponerlo.
La conclusión que muchos sacan en el escenario gremial es que detrás de sus declaraciones podría estar un mandato de Cristina Kirchner, como efecto de la negativa de la conducción de CGT de juntarse con la exmandataria nacional en diciembre pasado. «Paco», el enviado.
