Un nuevo estudio conjunto de la Organización Internacional del Trabajo y el Banco Mundial revela que la Inteligencia Artificial Generativa tiene el potencial de transformar significativamente el mercado laboral latinoamericano, aumentando la productividad y creando nuevos empleos. Sin embargo, también advierte sobre los riesgos de una adopción desigual de esta tecnología, que podría ampliar las brechas existentes.
«En una región donde el crecimiento es bajo, la desigualdad sigue siendo inaceptablemente alta y uno de cada cuatro hogares aún vive en la pobreza, es fundamental mejorar la productividad y la calidad del empleo», señaló William Maloney, Economista Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. Esta afirmación subraya la urgencia de encontrar soluciones innovadoras para impulsar el desarrollo económico y social de la región.
El estudio estima que entre el 26% y el 38% de los empleos en América Latina y el Caribe podrían verse afectados por la IAG. Si bien esta tecnología puede crear nuevas oportunidades, también plantea el riesgo de automatización de tareas y, por consiguiente, de pérdida de empleos. Los trabajadores más vulnerables, como las mujeres, los jóvenes y aquellos con menor nivel educativo, son los que corren mayor riesgo.
«La pérdida potencial de productividad debido a esta brecha en el acceso digital tendría un mayor impacto en los trabajadores que viven en la pobreza»: Esta conclusión del estudio resalta la importancia de cerrar la brecha digital para garantizar que todos los trabajadores puedan beneficiarse de los avances tecnológicos.
Sin embargo, esta transformación no será equitativa. Las mujeres, los jóvenes, los trabajadores urbanos y los empleados de sectores formales y con mayor educación son los más expuestos a la automatización, lo que podría ampliar las brechas económicas y sociales existentes.
Por otro lado, los trabajadores asalariados y autónomos en sectores como ventas, arquitectura, educación, salud y servicios personales podrían beneficiarse significativamente de la IAG, gracias a nuevas herramientas que les permitirán realizar sus tareas de manera más eficiente y creativa.
La brecha digital: un obstáculo a superar
La investigación destaca que la falta de acceso a internet y a dispositivos digitales en la región podría limitar los beneficios de la IAG para millones de trabajadores. Se estima que cerca de la mitad de los empleos que podrían beneficiarse de esta tecnología se verían afectados por esta brecha digital.
Esta situación tendría un impacto especialmente negativo en los trabajadores más pobres, que son menos propensos a tener acceso a las tecnologías necesarias para aprovechar las oportunidades que ofrece la IAG.
Un llamado a la acción
Para aprovechar al máximo el potencial de la IAG y mitigar sus riesgos, el estudio recomienda una serie de acciones clave:
- Invertir en educación y capacitación: Implementar programas de aprendizaje permanente para ayudar a los trabajadores a adquirir las habilidades necesarias para adaptarse a un mercado laboral en constante evolución.
- Reducir la brecha digital: Mejorar la infraestructura digital y garantizar el acceso a internet y dispositivos a todos los trabajadores.
- Fortalecer los sistemas de protección social: Establecer redes de seguridad para ayudar a los trabajadores afectados por la automatización a encontrar nuevos empleos y adaptarse a las nuevas realidades laborales.
- Promover el diálogo social: Fomentar la participación de todos los actores involucrados, incluyendo gobiernos, empresas, trabajadores y sindicatos, para garantizar una transición justa hacia una economía basada en la IA.