Los gremios del sector transporte protagonizan por estos días los momentos de mayor tensión tras la ruptura de una unidad que los ubicaba como un mosaico poderosísimo dentro de la estructura sindical.
Las diferencias entre Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Omar Maturano (La Fraternidad) derivaron en un quiebre irreparable y la ratificación de dos nuevos espacios en la pugna de poder.
Sasia, en su alianza con el moyanismo, se quedó con la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), y Maturano va por el relanzamiento de la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT).
Así lo confirmaron fuentes de La Fraternidad en las últimas horas. El líder de los maquinistas de trenes será secundado por Roberto Fernández de la UTA y un puñado de sindicatos de la actividad que caminan por fuera de la estructura de la CATT de Sasia.
La presentación del espacio será el 5 de abril en la sede del gremio de conductores de trenes. Serán de la partida en el plenario Carga y Descarga, la Unión Trabajadores Ferroviarios (UTF) y Personal Superior Ferroviario (UPSF), el Sindicato de Estaciones de Servicio y Garages (Soesgype), jerárquicos ferroviarios (Apdfa), señaleros, remiseros, conductores de taxis y gremios de la aviación.
Los gremios del transporte y la CGT
La interna del transporte, que terminó de explotar tras el acuerdo entre Sasia y Pablo Moyano por la conducción de la CATT, tiene como principales estandartes al titular de la Unión Ferroviaria y a su par de La Fraternidad.
Sasia y Maturano mantuvieron durante años una alianza estratégica que se traducía en poder, presencia y llegada a los principales espacios de disputa ubicándolos con peso propio hasta en las decisiones de la CGT y en el cierre de las negociaciones paritarias del sector.
Pero llamativamente, en apenas un año, el frente de unidad ferroviaria que habían logrado alcanzar se derrumbó y hoy la actualidad los ubica en veredas opuestas. Todo sucedió a partir del acuerdo que llevó adelante Sasia con el moyanismo para quedarse con el control de la CATT.
Así las cosas, este cruce interno no es más ni menos que una grita más dentro de los espacios laterales de la CGT, una especie de guerra fría que empieza a escalar en tensión y disputas dentro de la central obrera entre los dos grandes mosaicos que hoy la componen.
Maturano cuenta con el respaldo del barrionuevismo que promete pisar fuerte y se descarta el apoyo también de los Gordos. Enfrente, Sasia mantiene la alianza estratégica con Moyano.
El otro interrogante que plantea la guerra del transporte tiene relación al juego político. La incógnita está puesta en la postura que tomarán las áreas de transporte del gobierno ante la presencia de dos bloques gremiales que van a interactuar e intentar poner agenda, con un esperable crecimiento en las demandas en términos políticos que ambos espacios van a generar.