La secretaria general de la Asociación Bancaria Tucumán, Cecilia Sánchez Blas, y el secretario de administración nacional, Carlos Cisneros, encabezaron un plenario de delegados para denunciar las numerosas irregularidades entorno al Banco Sucrédito de Tucumán. Apuntaron contra el propietario y declararon el estado de alerta y movilización.
En un comunicado difundido luego de la reunión, la Bancaria tucumana afirma que Jorge Blanco, dueño del Sucrédito, intimida a sus empleados, “quienes son obligados a trabajar hasta altas horas de la noche, sin pagarles horas extras, fuera del horario de trabajo que establece la ley y bajo amenaza de despido”.
Según señalaron en el documento, los trabajadores tienen miedo de denunciar estos hechos, por lo que el gremio acercó la problemática a los funcionarios de la Secretaría de Trabajo, que participaron del encuentro y pudieron corroborar las irregularidades denunciadas por la organización sindical.
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“Creen que pueden seguir explotando trabajadores, como lo hacen en la tarjeta Su Crédito propiedad también del mismo dueño, subestimando la intervención de dicha secretaría, como ente de control y pese a las advertencias a través de notificaciones y posteriores audiencia siguen incumplimiento el CCT 18/75”, indicaron.
Por estos motivos, la Bancaria Tucumán declaró el estado de alerta y movilización para que termine la persecución, las amenazas de despido y la violencia laboral, lo cual atenta contra los derechos laborales de los trabajadores quienes se encuentran “esclavizados” y son obligados a cumplir horario comercial “hasta altas horas de la noche sin respetar el horario bancario”.
Por otra parte, advirtieron que el Sucrédito “funciona como una ’cueva’ para compra y venta de dólares, operando más de 10 millones de dólares diarios, con diferentes agencias de todo el país, obligando a los trabajadores a realizar estas operatorias fraudulentas bajo amenaza de despido y fuera del horario laboral”.