ANÁLISIS Y OPINIÓN
Kicillof, Massa y el cristinismo entre la tensión y la búsqueda de la unidad
Por Juan Manuel ‘Pipo’ Aravena

Las distintas facciones del peronismo en la provincia de Buenos Aires, lideradas por figuras como Axel Kicillof, Sergio Massa y el cristinismo, navegan un complejo escenario de tensiones internas. El objetivo es articular una estrategia unificada frente al gobierno nacional y definir los futuros liderazgos en el distrito más importante del país.
El bastión histórico del peronismo es el epicentro de una compleja interna que involucra a sus principales referentes. El gobernador Axel Kicillof, el exministro de Economía Sergio Massa y La Cámpora buscan reacomodar sus fichas, definir estrategias y consolidar liderazgos en un escenario político desafiante.
Sin embargo, se prepara una cumbre entre las principales espadas de cada sector en San Fernando, donde Massa será el anfitrión, para limar asperezas y marcar una agenda común para sellar la unidad, aunque duela.
Pese a eso, las segundas y terceras líneas de las diferentes trincheras se sacan chispas en cada oportunidad que tienen. La semana estuvo marcada por la discusión entre Rubén Eslaiman (FR) y Susana González (MDF), compañeros de bancada, y que tuvo acusaciones que terminó con un llamado a la paz interna por parte del Presidente de la Cámara de Diputados, el massista Alexis Guerrera.
“Tenemos que limar asperezas”, sentenció Guerrera, con una clara línea del tigrense para sostener la unidad del espacio. Lo cierto es que en la reunión de San Fernando, uno de los puntos a discutir son las reglas electorales internas que tendrá la alianza electoral. Fuentes de los distintos espacios coinciden con que el esquema de “alternar un candidato de cada sector” es “la opción más viable”.
Con este escenario, el Frente Renovador sale como el principal ganador de la discusión. De las tres patas, es el sector que menos arriesga y mejor posicionado puede quedar luego del 10 de diciembre, un premio por insistir con mantener la unidad de la alianza electoral.
El problema surge dentro del espacio embanderado en el gobernador. Es que el peso propio que tienen los más de 40 intendentes, sumado a los diferentes sectores dentro de Derecho al Futuro inclinen la balanza a que no pueda satisfacer las demandas de todos. El sindicalismo tomó nota de esto y presiona para colar candidaturas en las diferentes secciones para ingresar a la Legislatura.
Por el momento, ese sector cuenta con la banca del senador Pedro Borgini, hombre de Héctor Daer, por la Octava Sección. Allí es el terreno donde la mayor cantidad de dirigentes sindicales tienen domicilio y buscarán estar representados para el ingreso a la Cámara de Diputados.
Uno de los nombres que sonó en las últimas horas fue el de la Secretaria General de UPCN Seccional Buenos Aires, Fabiola Mosquera. Consultada por Mundo Gremial, la dirigenta sindical sentenció: “Hoy estoy muy metida en lo que es la organización y estar con los trabajadores y también dar que si nos confundimos en un momento, si algo nos defraudó del peronismo, que el peronismo nunca le soltó la mano a nadie”.
Se suma a ese pelotón de posibles candidatos parte del triunviro que convive en la CGT regional y los representantes de las dos CTA, tanto Roberto Baradel como Oscar de Isasi, que pueden albergar a los movimientos sociales y completar un casillero doble dentro del pago de Kicillof hacia esos sectores, aunque queda pendiente el posible veto del jefe del distrito, el intendente Julio Alak.
