El secretario general del Sindicato de Trabajadores Informáticos de Empresas del Ámbito Privado de la Industria Informática (Unión Informática), Ignacio Lonzieme, se expresó sobre el presente de la actividad en el sector, con buenos índices de crecimiento pero varios desafíos por delante para mejorar las condiciones laborales.
En diálogo con la radio La Once Diez AM 1110, el dirigente precisó que “se está hablando de 300 mil personas empleadas, considerando el Interior y lo que no está registrado, cuyo mayor problema no es la formalización”. Al respecto, agregó que «un 10% lo hace de manera freelance”.
Sobre algunas medidas que comenzaron a ser debatidas, Lonzieme informó que se está hablando del monotributo tecnológico y que vienen trabajando de manera conjunta con el Ministerio de Economía de la Nación, “porque al ser una actividad nueva hay que generar instrumentos que permitan explotar el potencial de la Argentina y de los trabajadores”.
“Está creciendo mucho, se generan miles de puestos de trabajos por año pero hay que ver las condiciones laborales, salariales, de salud, y hay muchas cuestiones del burnout y túnel carpiano que son para revisar y se pasan por alto”, explicó el representante gremial.
En ese sentido, el referente de la Unión Informática aseguró que representan a cualquier trabajador, incluidos los monotributistas, ya que “los incluimos en nuestra organización como intereses profesionales de la actividad”. “Nuestra representación es muy amplia”, comentó.
Uno de los temas que preocupa a la industria informática es el dólar, ya que muchos técnicos cobran sus salarios en esa moneda y los insumos son importados: “Conozco empresas que se radicarían en Argentina y compañeros que se irían y crearían compañías afuera, y son cosas que se pierde nuestro país”. “Estos temas también los incluímos en las discusiones paritarias”, manifestó.
“Tenemos cierta ventaja respecto del resto porque en algunos sectores hay recomposición con mejores salarios que el promedio, lo que no quiere decir que sean buenos”, concluyó.