La fusión del Movimiento Evita y el ala oficialista de Barrios Pie no sólo sirvió a los movimientos sociales para fortalecer su músculo político por la negociación de las candidaturas sino también para ganar peso con vistas a un eventual ingreso a la CGT que, se espera, este año finalmente pueda renovar su conducción.
El acto celebrado en un teatro del centro microporteño, denominado la “La Fuerza de la Unidad”, tuvo como anfitrión al secretario de Economía Social y referente del Evita, Emilio Pérsico, e incluyó entre los asistentes a jefes gremiales como Héctor Daer y Gerardo Martínez, quienes vienen dialogando con los dirigentes sociales para poder integrarlos a la central obrera. Ambos fueron anunciados por los organizadores como participantes del evento.
Durante su alocución, Pérsico abundó sobre esta idea que nació en 2016 cuando Juan Carlos Schmid era uno de los triunviros cegetistas, de integrar a los representantes de los trabajadores de la economía popular a la central obrera, en especial con la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular).
Tras participar del encuentro, Daer felicitó al Evita y al sector de Barrios de Pie liderado por Daniel Menéndez, «por este gran paso hacia una unidad para lograr mayores objetivos que beneficien al pueblo argentino. La construcción de puentes es la llave para abrirnos camino hacia un país mejor».
El mensaje no parece ingenuo si se tiene en cuenta que el ministerio de Trabajo no renovaría la resolución que suspendió las elecciones sindicales hasta el 31 de agosto dando, en los hechos, vía libre a la renovación de la conducción de la institución de calle Azopardo.
No es la primera vez, con todo, que los jefes gremiales amagan con sumar a los referentes de la economía popular y durante el macrismo incluso se les llegó a proponer un determinado número de congresales en caso que se integraran a la institución. Pero las resistencias internas propias de la central minaron cualquier intento de concreción.
El otro aspirante fuerte a conducir la CGT, Pablo Moyano, meses atrás había tenido gestos hacia el referente de la UTEP, Juan Grabois, y también llamó a la central obrera y a «los movimientos sociales» a «bancar al gobierno en la calle».
Lo cierto es que el miércoles al mediodía en el teatro, administrado por el amigo presidencial José «Pepe» Albistur, estuvieron también funcionarios como el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, su par de Educación Nicolás Trotta, Elizabeth Gómez Alcorta, titular del ministerio de Mujeres y Victoria Tolosa Paz, presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, quien suena como candidata a diputada por la Provincia.
De cara al armado de listas, los movimientos sociales pretenden imponer a Daniel Menéndez en la nómina bonaerense. «Estamos fusionando nuestras fuerzas. Yo no quiero que el Movimiento Evita después de esto sea lo mismo. Tiene que incorporarse toda una experiencia política diferente a la nuestra», expresó el también funcionario de Desarrollo Social a propósito del encuentro.
Casi al finalizar el acto, Pérsico remarcó que «esto no es el final, sino el inicio, un paso«, como una forma de señalar el camino de unidad de los movimientos sociales y el desafío que tienen en transformar a sus integrantes como una fuerza productiva capaz de tallar en la obra pública y en proyectos de empleo formal.