El próximo sábado se llevará a cabo una nueva movilización en todo Francia, por los manifestantes identificados con el chaleco amarillo. Desde redes sociales se convoca a una nueva y violenta concentraciones por descontento popular, la cual se autodenomina como “Acto IV” y las Centrales Sindicales, que al igual que los partidos políticos en un principio fueron meros espectadores buscan canalizar algunos de sus reclamos mientras acercan posiciones llamando a la protesta pacifica.
En este sentido la primera en tomar la delantera fue la Confederación General del Trabajo (CGT) que desde hace unos días convoca una gran concentración nacional sobre los salarios, las jubilaciones, el trabajo y la protección social al tiempo que convocó a una manifestación nacional prevista para el 14 de diciembre.
En esta linea las voces terminan siendo comunes frente a las políticas de ajuste del gobierno de Emmanuel Macron las que se traducen en dos simples demandas, mas igualdad en las políticas fiscales y mas equidad en las políticas retributivas.
Pese a la vuelta atrás con el aumento del diésel la medida logró catalizar un descontento general y transversal de la sociedad francesa frente a ploticas publicas que abandonan en el estado de bienestar. Los chalecos amarillos se presentan como la principal barrera frente al ambicioso plan de reformas que continuaba con las pensiones y las políticas de desempleo.
En París, tras varias reuniones a puertas en los últimos días este jueves las principales organizaciones sindicales del país, CFDT, CGT y FO emitieron un comunicado exigiendo al Gobierno que “garantice por fin negociaciones reales” sobre las demandas sociales, que van desde la mejora del poder adquisitivo a cuestiones de vivienda, servicios públicos y fiscalidad.
Al mismo tiempo y pese a calificar de legitima la cólera de los chalecos amarillos, han de “denunciar todas las formas de violencia en la expresión de las reivindicaciones”. “El diálogo y la escucha deben volver a encontrar su lugar en nuestro país”.
Por su parte y ante los graves hechos de violencia pasados y el clima que se está gestando para el próximo sábado, los sindicatos de policía reclaman soluciones extraordinarias como vehículos blindados de la gendarmería y la presencia de militares.
Lo cierto es que las redes sociales le han ganado una nueva pulseada a los partidos políticos y sindicatos como correas de transmisión y movilización de las demandas y descontento social. Al igual que el gobierno de Macrón deben adoptar posiciones defensivas y recurrir a todo su ingenio para colarse en conflictos que no iniciaron ni
pueden conducir.